Columna Empresas del Siglo XXI: La estrategia se convierte en un aliado contra la volatilidad

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Las vicisitudes derivadas de la incertidumbre económica que una organización enfrenta al establecer una orientación estratégica de largo plazo no es algo nuevo, lo que sí es son los métodos que implementan para agilizar su planeación estratégica y hacerla más robusta pero a la vez flexible.

Los consejos de administración tienen esa incertidumbre a su favor y deben aprovecharla, echando mano de análisis de datos no estructurados para reducir la volatilidad, y además hacer visibles y manejables los riesgos ocultos.

Muchas empresas están estableciendo un doble marco temporal para el desarrollo y la ejecución de la estrategia, y continúan elaborando una estrategia organizacional a largo plazo en la cual establecen objetivos ambiciosos.

La dirección de la estrategia a largo plazo se enfila como una serie de iniciativas estratégicas a corto plazo, centradas específicamente en acciones que la organización puede hacer en los siguientes seis meses y que la acercarán a sus objetivos de largo plazo.

Estos marcos temporales son un medio para priorizar los esfuerzos encaminados a lograr la dirección a largo plazo, ayudando a las organizaciones a identificar y enfocar mejor actividades más tangibles.

Cuando las organizaciones utilizan un doble marco temporal para establecer y ejecutar la estrategia, generalmente la función del Consejo Directivo incluye, además, participar en la revisión y aprobación de las iniciativas estratégicas y los supuestos.