Los enfoques tradicionales de la planeación estratégica en los negocios son el camino seguro hacia un cambio lento. Se trata, por ejemplo, del común plan de negocio a cinco años basado en supuestos enfocados en el presente.
Hoy día se debe tenerse claro que la estrategia no sigue una línea definida. Hay eventos impredecibles que ocurren en proporciones desiguales, como pueden ser desastres, interrupciones y oportunidades.
Ahora bien, ¿qué hacer cuando ya se asumió una suposición estratégica y ha resultado equivocada? Una salida podría ser continuarla hasta que ocurran los cambios, y tratar de ajustarse luego y en el tiempo real, con más rapidez que la competencia. Sin embargo, lograr la agilidad puede ser un reto no siempre alcanzable. Otra solución podría ser establecer una estrategia “sólida” que se adapte pero el riesgo sería adoptar un enfoque genérico que puede carecer de impacto.
Entonces, ¿cuáles es plan estratégico ideal? La respuesta sería apuntar hacia un plan más sustentable. Se sugiere: 1. Considerar cuatro o cinco escenarios posibles para la participación en el mercado. 2. Definir cómo ganar en cada escenario. 3. Identificar cuáles iniciativas aparecen en la estrategia de todos los escenarios y convertirlas en parte medular del plan. 4. Realizar inversiones limitadas en los activos clave que se necesitarán si cada escenario se materializa, y construir la habilidad para incrementar o disminuir gradualmente los activos.
Una vez que se tiene claro cuál es el escenario, es importante ajustar las inversiones contingentes de manera acorde, y comprometerse más con unas mientras se pueden ir descartando otras.