Columna empresas: Vacaciones necesarias

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Al llegar el fin de año, viene la oportunidad de tomar unos días de vacaciones que, o se usan o se pierden. Algunos se ven ante la tentación de pensar que seguirán trabajando durante los días festivos y que, posteriormente, en algún momento se escaparán para unas vacaciones.

Si usted es un gerente y alguien de su equipo no ha tomado unas vacaciones durante el año, debería hacer lo posible para que el colaborador se tome unos días libres y asegurarse de que no se desgaste. Aunque piense que no se puede prescindir de ellos, la verdad es que necesitan el descanso más de lo que ellos mismos creen.

Al final, si se continúan posponiendo las vacaciones, el rendimiento, la creatividad y el valor disminuirán continuamente. Se fatigarán, sintiéndose bien por alcanzar objetivos a corto plazo, pero nunca tendrán tiempo para pensar estratégicamente acerca de lo que se necesita hacer y cómo pueden contribuir en su organización de nuevas y diferentes maneras.

Leí el otro día a un columnista de la revista Forbes que mencionaba los beneficios de las llamadas “vacaciones de 100 horas”. Consiste en tomar de vez en cuando una pausa, combinando dos días y medio de trabajo con los dos días del fin de semana para alejarse del mundo del trabajo y las responsabilidades del día a día, alejándose de los correos electrónicos, llamadas telefónicas o mensajes de la oficina.

Lo bueno de este tipo de pausa, es que no requiere el mismo tipo de planificación que unas vacaciones de una semana completa o más. Las responsabilidades se pueden mover con facilidad en espacio de un día o dos; las reuniones se pueden posponer y los plazos se pueden extender. Es muy raro el lugar de trabajo donde no se pueda prescindir de alguien por dos días y medio consecutivos para que el colaborador pueda “desconectarse” y retomar el rumbo.