Columna Puro Vino y más: El Martini

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Entre los clásicos de la coctelería está el emblemático dry Martini o Martini seco.

Con más de 100 años de tradición, su origen es incierto pero, hechos como Franklin D. Roosevelt preparándose públicamente un dry Martini para brindar por el fin de la Ley Seca en 1933; Ernest Hemingway haciendo célebres en sus novelas a los dry Martini del veneciano Harry’s Bar ; Humphrey Bogart con su clásica gabardina, disfrutando este trago tras la barra del bar en la película Casablanca , y James Bond con su tradicional frase shaken not stirr , han contribuido a la imagen mediática de esta bebida y su extendida popularidad.

De acuerdo con la International Bartenders Association, la receta clásica del Martini seco se prepara agregando 55 ml de ginebra y 15 ml de vermouth seco a un vaso mezclador con unos cubitos de hielo en su interior. Se remueve bien mezclando completamente ambas bebidas, durante el tiempo necesario para que el preparado se enfríe. Luego, se sirve en una copa de Martini muy fría, sin hielo y se le agrega únicamente el toque del aceite de la piel del limón, y una aceituna verde pinchada con un palillo.

Variaciones hay muchas. En las que incluyen sutiles diferencias está el Martini dulce, el cual cambia el vermouth seco por el rojo y la aceituna por un marrasquino, o el Perfect Martini que hace una sustitución de solo 5 ml del vermuth seco por el rosso , manteniendo la decoración del limón pero recurriendo también a la cereza del anterior. También dentro de los parientes cercanos está el Gibson, cuya única diferencia es reemplazar la aceituna por una o dos cebollitas perla. El Bronx, clásico trago neoyorquino, le agrega 15 ml de jugo de naranja a la receta clásica, mientras que el Queens hace lo mismo pero con jugo de piña. El Dirty Martini mezcla 60 ml de vodka con 10 ml del Martini tradicional y un chorrito de salmuera o jugo de aceitunas.

De último dejé al Apple Martini, el cual, si bien comparte el nombre, es totalmente distinto: su único parentesco con el original es la utilización de algo de vermouth seco en su preparación.