Cuando me dieron la oportunidad de escribir sobre vino y otras bebidas, me pareció irresisitible aclarar una duda que muchas personas me han planteado:
¿Cuál es la diferencia entre un enólogo y un sommelier ?
Hace 11 años, cuando llegué a este país, solo los más entendidos sabían lo que era un enólogo y la palabra sommelier era casi desconocida.
En la actualidad la situación es muy distinta, existen varias escuelas que están formando sommeliers en el país, es inevitable que cualquier persona especialista en vino sea llamada así, mientras los enólogos seguimos siendo algo desconocidos como profesionales en la materia.
Resulta sencillo dividir en tiempo y espacio a estos personajes del mundo del vino.
El enólogo trabaja en la bodega y es el artista que recibe la uva y la transforma en vino. Él define qué tipo de vino quiere producir y va tomando las decisiones necesarias durante el proceso de elaboración para lograrlo. Estas decisiones van a ser determinantes en el estilo final del vino.
Una vez que el vino está en el mercado, entra en acción el sommelier ; el restaurante es su centro de operación principal.
Es el encargado de elaborar la mejor carta de vinos para el lugar, seleccionar el vino que se comprará, rotar la cava y capacitar al personal.
También atiende directamente a los consumidores, recomendándoles el mejor vino de acuerdo con lo que van a comer.
Sin embargo, el sommelier no necesariamente se concentra en el vino, también se especializa en otras bebidas como cervezas, licores, aguas, entre otras, y debe conocer de otro tipo de productos, con el objetivo de servir de guía informada para las consultas de los clientes.
Los enólogos como yo, que renunciamos a la elaboración de vinos para trabajar enseñando sobre el vino o en su comercialización, nos metemos en el terreno de los sommeliers , siendo indispensable que también dominemos los principios de maridaje y la oferta de vinos del mundo, en general.