Columna Puro Vino y más: Otras formas de tomar vino

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Siempre que viene alguien de mi querido país, se me despiertan recuerdos de infancia y juventud que me llenan el corazón de nostalgia. Uno de estos recuerdos me transportó a plena época universitaria, donde el consumo de vino era variado, usualmente mezclado con otros ingredientes que le daban un carácter más casual y hasta entretenido. Me pareció simpático compartirles algo de mi historia utilizando algunas recetas.

La primera, y por cierto mi preferida, es la llamada borgoña . Fresas cortadas en trozos se dejan macerar en un pichel de vidrio con bastante azúcar, durante varias horas, en el refrigerador. A esta mezcla se le agrega vino tinto hasta completar el pichel y se sirve bien frío.

Una variante de esta receta se hace con melocotones de lata picados, los cuales son mezclados con algo del almíbar y vino blanco. Si tienen suerte y pueden encontrar chirimoyas, pueden reemplazar los melocotones y macerarlas también con azúcar. La combinación con el vino blanco resulta muy refrescante.

Todas estas opciones son deliciosas para disfrutarlas en las tardes de calor.

Uno que no goza de mucho prestigio es el típico jote . Mezcla de vino tinto con alguna bebida de cola. Si bien muchos chilenos lo utilizan para burlarse de otros por sus gustos y preferencias, estoy segura de que sigue siendo bastante consumido en varios hogares de mi país.

El sureño vino navegado también está en mi lista de favoritos. Se prepara con una mezcla de vino tinto, azúcar, rodajas de naranja, canela y clavo. Esta mezcla se calienta en una olla lentamente, sin parar de revolver, hasta que esté a punto de hervir y no más allá, para que no se ponga amargo. Se sirve caliente y es perfecto para cuando el clima nos invita a abrigarnos.

No está demás decir que para cualquiera de estas recetas no vale la pena utilizar vinos de gran complejidad y elegancia. Un buen vino en caja o versiones sencillas de cualquier tipo de uva, son las más indicadas para estas preparaciones.