Columna Puro Vino y más: Vino para cocinar

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Una de mis grandes pasiones es la cocina. Mi formación es empírica, pero para aplicar una expresión tica que me encanta, dicen que tengo buena cuchara. Soy de las que sigue recetas al pie de la letra, pero que también se toma ciertas licencias para la improvisación.

Uno de los ingredientes que casi siempre tengo disponible es el vino. Tengo la mala maña de no guardar vino de un día para otro, si algo quedó en la botella que destapé para acompañar una comida, no hay forma que me vean disfrutándola el día siguiente en una copa, aunque esté todavía en perfectas condiciones será utilizado irremediablemente para darle complejidad al sabor de una carne, en un risotto o como base para una salsa.

Hay mucha gente que utiliza el término “vino para cocinar” de manera despectiva para referirse a la mala calidad de una botella, para indicar que jamás considerarían tomarse ese vino para acompañar una comida y como si al cocinar con él su calidad no fuera relevante y no afectara la calidad final de la preparación. Sin embargo, estoy segura de que si le preguntan a los buenos chefs del mundo si utilizarían una botella con esas características en sus creaciones, la respuesta sería invariablemente negativa.

El porqué es sencillo. Piensen en lo que le pasa a los líquidos en general que se utilizan para cocinar. Son expuestos al calor, por lo tanto van evaporando agua y concentran su sabor. Si el sabor inicial no era bueno, imaginen como se percibe más concentrado. Por más que haya especias y condimentos, siempre aparecerán esas notas amargas o desagradables que no lo hacían apetecible en un principio.

Esto no quiere decir que tengan que encarecer el presupuesto del supermercado con vinos sofisticados para sus recetas, pero, por lo menos, asegúrense de que están comprando un vino agradable, balanceado y sin defectos; o si les queda algo de una botella especial, en vez de pensar “qué lástima utilizar este vino en una receta”, más bien resérvenlo como ese ingrediente secreto que va a marcar la diferencia en la preparación.