Consumidor europeo prefiere productos y lugares que ofrezcan una experiencia de compra

Mercado europeo marca la pauta en cuanto al desarrollo de nuevos productos y las tendencias de consumo a nivel mundial

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El producto tiene que dar un beneficio al consumidor y se privilegian los centros de compra donde se ofrezca una experiencia integral y no solo un intercambio de productos por dinero. Estas son parte de las tendencias que caracterizan al consumidor europeo.

El estudio "Tendencias e innovaciones en el sector de alimentos: el caso de la Unión Europea" fue dado a conocer este martes por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).

Los datos se desprenden del trabajo de campo realizado en el marco de las ferias Anuga 2011 y SIAL-Paris 2012, y la consulta a fuentes secundarias de compañías especializadas en investigación de mercados. Procomer eligió al mercado europeo dado que es uno de los que marca la pauta en cuanto al desarrollo de nuevos productos y las tendencias de consumo a nivel mundial.

Entre los hallazgos de la investigación está que la decisión de compra del europeo está cargada de conocimiento, se torna en un consumidor inteligente, más calculador, que busca el valor en lo que compra, por lo que, más allá del precio bajo, pondera el diseño y el posicionamiento.

Esta atracción por el empaque se relaciona con que para muchos comer va más allá de satisfacer una necesidad básica y se ha convertido en un momento puro de placer.

La evolución de las cadenas de cafeterías es un ejemplo de la necesidad de generarle una experiencia atractiva al consumidor, para que, más allá de la conveniencia, esté dispuesto a pagar un precio mucho más alto por una bebida que fácilmente se la podría preparar en casa.

Este consumidor inteligente decide también preparar parte de sus alimentos para así controlar con exactitud la preparación. El estudio identificó que hoy un mayor número de consumidores están preparados para comprar los utensilios de alta precisión que una vez fueron del dominio exclusivo de los profesionales de la cocina, influenciados por la mayor presencia de chefs en programas de televisión y otros medios de comunicación.

Otras de las tendencias indican que el europeo demanda alimentos que ayuden a preservar las capacidades cognitivas como la memoria, agudeza mental y sentidos como la vista, debido al envejecimiento de la población.

De la mano con la tendencia anterior se encuentra el clean label, término que se refiere a las implicidad con la cual se muestran las etiquetas de los productos y por ende la composición de los mismos, ponderando aquellas que sean sostenibles o "libres de".

En el 2012 las exportaciones costarricenses a la Unión Europea ascendieron a $2.046 millones, mostrando un crecimiento del 8% en relación con el 2011.