Creadores de Libertas y Segua enlatarán cerveza artesanal de la mano de sus nuevos dueños

Costa Rica’s Craft Brewing Company tienen ocho años en el mercado nacional

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Costa Rica’s Craft Brewing Company –productores de las marcas Libertas, Segua y Malacrianza– incursionarán en la comercialización de cerveza artesanal enlatada de la mano de su nuevo dueño: Grupo Coris.

El conglomerado, 100% costarricense y propietario de otros negocios como Central Veterinaria, fue uno de los socios de la cervecería hasta hace cuatro meses, cuando tomó el control total del negocio cervecero.

Desde ese momento, enlatar cerveza artesanal se convirtió en una de las prioridades de Costa Rica’s Craft Brewing Company, ya que esto impulsaría sus ventas a nivel local y facilitaría su ingreso a mercados internacionales.

Mientras ellos dan ese paso, algunos de sus competidores pretenden sostener su crecimiento al reducir los precios de sus productos o al firmar acuerdos comerciales para exportar a países centroamericanos.

El plan de enlatar cervezas como la Libertas se basa en un análisis de los mercados estadounidense y europeo, en los que poco a poco la botella de vidrio deja de ser la única opción para los consumidores.

Rodrigo Madrigal, gerente general de Costa Rica’s Craft Brewing Company, explicó que la lata permite que la cerveza se mantenga en mejores condiciones de cara a su consumo porque queda menos oxígeno, no recibe luz y conserva la temperatura por más tiempo.

También tiene a su favor que, por su peso y forma facilita la distribución dentro y fuera de las fronteras costarricenses. Una botella de vidrio representa casi 70% del peso de una cerveza artesanal.

Es importante resaltar que, al enlatar la cerveza, la bebida no deja de ser artesanal.

“Realmente es el mismo producto que va en un envase o recipiente diferente. Sin embargo, la lata es mil veces más eficiente que una botella”, resaltó Benjamín Chaverri, gerente de mercadeo de la cervecería.

Al identificar esas ventajas, la firma mandó a fabricar la enlatadora a Canadá y esperan que esté instalada en abril próximo, con lo que empezarían a colocar la nueva presentación a finales de mayo en supermercados, licoreras, bares y restaurantes.

El producto en lata de 355 mililitros tendrá un precio entre los ₡1.800 y ₡2.000, un precio similar al que se vende la cerveza embotellada (esta seguirá disponible en el mercado).

Costa Rica’s Craft Brewing Company ha invertido al menos $140.000 en este proyecto.

Dicho monto se suma a una lista de inversiones que superan los $3 millones y que se desarrollaron desde que la compañía inició operaciones hace ocho años.

Entre lo invertido está una propiedad en Brasil de Mora, la planta y el equipo (fermentadores, tanques de acondicionamiento, sifones y cuartos fríos).

Además de ejecutar el proyecto de enlatado, Grupo Coris espera acelerar el proceso de envío de cerveza a otros países ya que cuenta con una plataforma propia para exportar.

Esto sin dejar de lado los alcances que pueda tener la cervecería al ser parte de un consorcio de cerveceros artesanales que nació en enero del 2018 con el apoyo de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica.

Al hablar de mercados potenciales mencionan a Estados Unidos, Canadá, México y Europa. No obstante, quienes lideran la empresa son conscientes de que deben diferenciar aún más su propuesta para ser exitosos.

“No podemos ir a competir con cervezas muy tradicionales como las que tenemos porque buscan que los productos importados sean añejados en barricas o con frutas exóticas; que tengan un elemento diferenciador”, agregó Chaverri.

Comportamiento del mercado

El consumo de cerveza en Costa Rica pasó de 156 a 174,8 millones de litros del 2012 al 2017, según el proveedor de investigación de mercado Euromonitor Internacional.

Dicha empresa aún no registra cifras para el 2018.

Gran parte de ese crecimiento se dio gracias al surgimiento de las cervezas artesanales que despertaron interés en los consumidores por conocer nuevos sabores, texturas y hasta olores.

Por eso es que las cervecerías ya no se preocupan en la misma medida para atraer y conquistar consumidores, incrementar la capacidad productiva o tener más puntos de comercialización.

Los retos actuales incluyen enfrentar una economía desacelerada, abrirse espacio en nuevos mercados y mantener la calidad e innovación.

La productora Treintaycinco, por ejemplo, hace frente a esas condiciones con productos a un menor precio. En diciembre del 2018, lanzó una de sus bebidas con un costo de ₡1.300, cuando para degustar el resto de la oferta es necesario pagar ₡1.800 o hasta ₡4.500.

Esta empresa es la productora de las marcas Pelona, Tumbacalzones y Majadera.

Mientras que Costa Rica Beer Factory tiene acuerdos para empezar a exportar a Guatemala, Nicaragua y El Salvador durante el segundo semestre del 2019. Sus cervezas son Puerto Viejo, Tortuguero, Dota y Escalante y son envasadas en vidrio.

¿Qué es un producto artesanal?

Un producto artesanal se realiza mayormente a mano. Es decir, quien lo prepara puede usar equipos o herramientas, pero que no sean industriales ni automatizadas. El proceso conlleva también la transformación de la materia prima, que se usa de forma sostenible y que preferiblemente procede de recursos locales.

Fuente: MEIC.