Curves, la marca que casi desaparece con la pandemia y ahora anuncia planes de expansión en 2022

Cadena de gimnasios tuvo un despegue acelerado en Costa Rica, pero a partir del 2019 atravesó una crisis y ahora la representación está en manos de otras personas que pretenden relanzar el negocio

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¿Recuerda los gimnasios Curves? La franquicia reconocida por ser una marca o club “diseñado” para mujeres, pasó de operar aproximadamente 19 sedes en Costa Rica, a únicamente quedar con dos en funcionamiento, una ubicada en San Pablo de Heredia y la otra, en Pérez Zeledón.

Inicialmente, el declive empezó con la entrada del impuesto al valor agregado (IVA) en 2019, esto porque la puesta en marcha del tributo significó un aumento del 13% en las tarifas de los centros de acondicionamiento y para algunas personas costear esa diferencia fue imposible.

Esto significó que algunos de los gimnasios comenzaron a ver como disminuía el número de clientes, como fue el caso de Curves, afirmaron los actuales dueños de la franquicia en el país. En ese mismo año, los gimnasios también enfrentaron un incremento considerable en la competencia que los obligó a diferenciarse con nuevas tecnologías y la mejora en servicios.

Y posteriormente, llegó el golpe sin precedentes por la pandemia de la COVID-19 en 2020 —que arrasó con cerca de 150 centros de ejercicio en todo el país—. Esto selló el cierre total de la mayoría de las sedes de Curves.

La cadena de gimnasios femenina fue “exitosa” en su plan de expansión antes del 2016. Por ejemplo, en noviembre de 2014 había anunciado la apertura de siete nuevas sedes en Costa Rica, con una inversión aproximada de ¢100 millones por club “para los próximos años”, así lo constatan diversas publicaciones en medios de comunicación.

Asimismo, según información publicada por El Financiero, la empresa que tenía la potestad sobre la mayoría de las franquicias o el derecho de marca se llamaba Cadena de Gimnasios Unidos S.A (CGU), y las restantes pertenecían a administraciones independientes a esta Corporación.

Lily Montero y Arturo Zamora, dueños del derecho de franquicia y líderes de la marca Curves Costa Rica y además Montero, propietaria de uno de los Curves que continúa operando (San Pablo de Heredia) afirmaron a EF que precisamente la aplicación del IVA y la crisis sanitaria conformaron “la tormenta perfecta” para el cese de la mayoría de sedes de la marca y probablemente la salida del mercado costarricense de la empresa CGU.

Zamora afirmó que no hubo ningún problema legal con la Corporación que operaba las 17 sedes de Curves en el país, sino que fue una “decisión de negocio” de ellos de dejar la franquicia.

Asimismo, Montero por su parte indicó que, cada club opera de forma independiente, por lo que “desconocen el transfondo del porqué ya no siguieron con la marca”.

Con respecto al empleo, la Corporación tenía al menos cuatro instructoras en cada gimnasio —más el personal administrativo—, por lo que se podrían haber perdido más de 100 puestos de trabajo aproximadamente, con la salida de la compañía.

Al realizar una búsqueda en Internet, con el nombre de la compañía, aparecen resultados imprecisos con los supuestos datos de CGU, incluso no se pudo localizar su cédula jurídica. En una nota publicada por EF, aparece como vocero de la firmaGabriel Valverde, que a ese momento (2014) fungía como gerente general. Según los representantes de Curves Costa Rica, la empresa ya no existe en el país.

“El cierre comenzó con algunos gimnasios en 2019 y ya con la pandemia no lograron sostenerse, no les resultó rentable seguir. Y las otras administraciones independientes a CGU, sí fue la pandemia que se los llevó definitivamente como lo era El Carmen, San Joaquín, Santo Domingo, Cariari”, explicó la líder de la marca.

En noviembre de 2019, Montero y Zamora tomaron la decisión de comprarle a la empresa Corporación de Gimnasios Unidos el territorio de Curves en San Pablo de Heredia, ya que Montero era socia de ese club y de inmediato “vieron el potencial de negocio” que podía tener el método y el sistema de la marca, en aquel momento.

Incluso, afirmaron que el crecimiento de Curves en otras latitudes como Europa, los invitó a no “claudicar”, y ahora preparan un plan de expansión para el 2022, con el fin de reabrir los puntos donde anteriormente existía la franquicia.

“Ha sido todo un reto. Nosotros tomamos el gimnasio en noviembre de 2019, en marzo de 2020 comenzamos a recuperar y de forma inesperada se vino la pandemia, entonces estos dos años han sido súper fuertes para nosotros. Hasta este momento vamos levantando un poco, pero con capital propio. A pesar de todo, las cargas sociales y demás, creemos en el modelo y en el sistema”, precisaron.

La cadena de gimnasios Curves ingresó al país en febrero de 2004, con una suscripción de ¢12.000 al mes.

“Queremos reabrir algunos puntos que ya no están funcionando, de hecho tenemos que revisar aspectos legales porque nos hemos dado cuenta que lamentablemente, muchos de los gimnasios Curves dejaron la franquicia pero siguen operando en la ilegalidad usando los mismos equipos y demás (… ) Pero para efectos de franquicia y a nivel de marca Curves esos territorios están libres y son los que nosotros vamos a ir recuperando poco a poco”, agregaron.

Montero explicó, que a nivel latinoamericano la marca también se vio golpeada y que únicamente quedan como cinco gimnasios en total, en la región. Por ejemplo, México (casa matriz donde reporta el país su actividad) cerró varias sedes. No obstante, en Europa es donde han experimentado un repunte muy positivo.

EF trató de ponerse en contacto por medio de llamada telefónica con la segunda sede de Curves ubicada en Pérez Zeledón, sin embargo no se obtuvo respuesta. En su página de Facebook, la última publicación fue realizada en junio de 2021. Montero dijo no tener contacto con esta administración.

A mí me llegaban a decir que Curves quebró y que la marca ya no existía”.

— Lily Montero, dueña del derecho de franquicia y líder de la marca Curves Costa Rica.
¿Dónde se ubicaban las sedes de Curves en Costa Rica?
1. Cartago.
2. Cariari, en Belén, Heredia.
3. San Francisco, Heredia.
4. San Joaquín, Heredia.
5. Santa Lucía, Barva, Heredia.
6. Santo Domingo, Heredia.
7. Ciudad Colón.
8. Curridabat.
9. El Carmen, San José.
10. Dos gimnasios ubicados en Desamparados, San José.
11. Escazú.
12. Moravia.
13. Rohrmoser, Pavas.
14. San Pedro, Montes de Oca.
15. Teatro Nacional, San José.
16. Coronado.
17. Pérez Zeledón (continúa).
18. San Pablo, Heredia (continúa).
Fuente: Lily Montero, dueña del derecho de franquicia y líder de la marca Curves Costa Rica.

Una “recuperación” en medio de restricciones

Según explicó, Jorge Angulo, presidente de la Asociación de Gimnasios Gym-Fitness de Costa Rica (Asogym) y gerente de la cadena George Angulo Fitness; en mayo de 2021, el negocio de los gimnasios comenzó a repuntar en su actividad debido a que la restricción vehicular se extendió hasta las 9:00 p.m.

Sin embargo, Angulo precisó que el año pasado fue muy complicado para el gremio, ya que algunos comercios apenas les alcanzaba para pagar el alquiler del local o a sus empleados. Y que incluso, la entrada de franquicias internacionales al país con fuertes planes de expansión, perjudicó el desempeño de los negocios de origen local.

“Muchos colegas han tenido que bajar los precios, por ejemplo antes se cobraban mensualidades de ¢20.000 a ¢25.000 y lo han tenido que bajar a ¢15.000, para poder sostener su negocio y competir con estas cadenas que vienen con precios de $25 de forma masiva”, precisó Angulo.

Datos brindados por Asogym a EF, estiman que un total de 150 gimnasios cerraron sus puertas durante el 2020 como efecto directo de la pandemia y la crisis económica. Algunos de manera definitiva. Para 2021, esa cifra bajó a 50 centros de entrenamiento que dejaron de operar.

Actualmente, a nivel nacional se encuentran en funcionamiento cerca 450 centros de entrenamiento, Asogym agrupa un aproximado de 300 de ellos.

El presidente de la Asociación destacó que muchos gimnasios que cerraron sus puertas en 2020, se han logrado reacomodar para volver a abrir su sede en otras ubicaciones, o bien nuevos centros. Y calculan 75 gimnasios nuevos en todo el país, en ubicaciones como Guápiles, Puntarenas, Guadalupe y Cartago.

Por otra parte, según datos suministrados por la Dirección General de Tributación, al cierre del 2021 se encontraban 856 gimnasios inscritos, en comparación con la cifra del 2020; con un total de 636 centros registrados. La información indica que el sector se reactivó.

Esto demuestra un repunte positivo en la actividad, con una variación interanual del 25,7% al comparar diciembre de ambos años. El porcentaje de variación de 2021, con respecto a 2019 (823 gimnasios) se colocó en 3,8%. Es decir, el sector recuperó los niveles prepandemia en cantidad de centros de entrenamiento registrados ante Tributación.

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Un ejemplo de la recuperación del sector, es la entrada al país de la cadena brasileña de gimnasios Smart Fit, la cual inició operaciones a mediados de noviembre de 2020 con una inversión de $30 millones y más de 250 empleos.

Nicolas Masutti, gerente comercial Smart Fit Panamá y Costa Rica, contó a EF en marzo de 2021, que la compañía estaba en un proceso de expansión muy agresivo en Costa Rica. “Estaremos aperturando (sic) unidades todos los meses”, dijo.

Según información publicada por este medio, en mayo del año anterior, Smart Fit aseguró que abriría nueve locales en lo que restaba del año, los cuales se ubicarían en supermercados Walmart y centros comerciales de la Gran Área Metropolitana (GAM). Con esta cantidad estarían sumando, diez puntos en Costa Rica.

Asimismo, afirmaron la generación de unos 300 empleos en los próximos dos años.

El aforo de la mayoría de los gimnasios está al 50% de aforo, no están solicitando el QR para tener el 100%. Se mantienen los protocolos sanitarios y de desinfección solicitados por el Ministerio de Salud.

Además, esperan que para este 2022 existan menos restricciones y más horarios extendidos para “poder sobrevivir”.

— Jorge Angulo, presidente de la Asociación de Gimnasios Gym-Fitness de Costa Rica (Asogym).

Un nuevo impulso

Montero explicó que la marca Curves a nivel general, se ha reinventado en diversos aspectos en cuanto al método. Por ejemplo, se ha convertido en un espacio de “liberación y para sentirse bien” y ahora hasta imparten las prácticas holísticas, clases de yoga y meditación.

“Antes el gimnasio era solo un tema estético, ahora es un concepto integral de mente, cuerpo y alma. Tengo 17 años de ser socia de Curves y por eso creo tanto en el método y el sistema que utilizamos”, afirmó la propietaria de la sede en San Pablo de Heredia, en la cual suman más de 300 asociadas.

El concepto Curves sigue siendo únicamente para mujeres, y consiste en un circuito de 30 minutos con diferentes ejercicios entre cardio y fuerza, y siempre con el acompañamiento de una instructora. “Nos hemos dedicado a conocer a cada una de las socias, la personalización es clave”, dijo Montero.

El gimnasio cuenta con nutricionistas, convenios con diferentes comercios y profesionales en salud, clases especiales como zumba. También, en la pandemia implementaron las clases virtuales por medio de una aplicación, donde se subían las grabaciones de los ejercicios diariamente.

Los planes de suscripción al club van desde los ¢3.500 hasta los ¢42.300. Además, la inversión de un nuevo Curves, a la fecha, estaría rondando los ¢125 millones.

— Lily Montero, dueña del derecho de franquicia y líder de la marca Curves Costa Rica.

Con respecto a los protocolos sanitarios, Curves mantiene el distanciamiento de 1,80 metros entre máquina y máquina (su equipo es hidraúlico y adecuado al cuerpo de la mujer); mantienen un 50% de aforo; cuentan con un sistema de citas por circuito; la limpieza la hacen con máquinas especializadas para realizar la desinfección y una termo nebulizadora.

Además, cuentan con un “dispositivo de distanciamiento social” que consiste en una pulsera que se le brinda a cada socia cada vez que ingresa al gimnasio, la cual se activa con un “zumbido” cuando detecta un acercamiento entre las socias, y así se mantiene la distancia entre ellas.

Por otra parte, su publicidad —por ahora— se limita a una campaña territorial de “boca en boca” en San Pablo, San Rafael y San Isidro de Heredia. También, con la base de datos de Curves, han estado contactando a las socias de los ex Curves que existían en el país, para volver a atraerlas al concepto.