Deloitte Costa Rica ampliará en tres meses su cartera de servicios para brindar apoyo empresarial en áreas más puntuales y de corta duración –como en cumplimiento tributario, estrategia y control de activos– que sean más accesibles respecto al gran mercado.
La firma, que se estableció en el país hace 50 años como una empresa de auditoría, ha evolucionado al punto de ofrecer servicios profesionales outsourcing para cubrir una enorme gama de necesidades empresariales en áreas como negocios, estrategia, operaciones, tecnología, riesgo de sistemas y servicios financieros.
Alan Saborío, socio director de la firma en el país, conversó sobre el crecimiento que ha tenido la empresa.
¿Por qué una empresa necesita contratar hoy a una firma como Deloitte? ¿No puede una firma hacer estas labores por sí misma? ¿Cuál es el valor agregado?
La esencia de la auditoría es precisamente la independencia del auditor. Y, en el caso de los otros servicios, es absoluta y materialmente imposible que las empresas tengan la totalidad de los conocimientos a lo interno, además de que eso sería muy poco eficiente desde el punto de vista estrictamente económico.
¿Cuáles son esos servicios que usted llama materialmente imposibles de manejar a nivel interno y sale mejor contratarlos?
Por ejemplo, vamos al caso de impuestos. Normalmente, las empresas no tienen un departamento de impuestos que esté actualizado, que conozca cuáles son las tendencias del mercado, que pueda llevar procesos contenciosos; igual en el caso de servicios financieros. Y, en muchísimos casos, nos contratan servicios outsourcing porque es más barato que tener colaboradores.
Hoy estas firmas como la suya ofrecen no solo asesoría con impuestos sino hasta asesoría en temas gerenciales. ¿Se puede decir que ahora son un “supermercado” de consultores?
Bueno es una forma de decirlo. Pero, yo más que el concepto de supermercado, preferiría decir que somos una boutique grande con servicios de excelencia, especializados, y no necesariamente una oferta de productos masivos, sino de productos especializados y de enorme valor agregado.
¿Cuáles son los servicios más solicitados a Deloitte?
La más fuerte en este momento es el área de auditoría e impuestos, pero casi al mismo tiempo la parte de consultoría ERS, es decir, la consultoría de administración integral de riesgos.
“La verdad es que pasamos de ser una firma de auditoría químicamente pura a una firma donde se está creciendo a un ritmo realmente impresionante en otras áreas diferentes”.
En épocas de crisis, las empresas tienden a recortar gastos. En estas épocas, ¿qué hacen para que una compañía como la suya siga teniendo vigencia?
Nosotros somos terriblemente cautos en el tema de gastos. Pero el componente de crisis en las empresas no se soluciona únicamente recortando gastos, porque cuando usted recorta en exceso puede caer en la tentación de recortar las inversiones que son necesarias para el crecimiento.
“De lo que se trata es de ser muy cuidadoso en materia de gastos, tener muy claro dónde tiene que invertir y tratar de que la solución venga por el incremento de ingresos y no necesariamente por castigar el crecimiento”.
Viendo hacia el futuro, ¿qué nuevos servicios piensan brindar en Deloitte y a qué plazo?
Nuestra prioridad es terminar el proceso de cambio de sede, lo cual creemos que nos va a potenciar muchísimo el trabajo, y estamos planteándonos salir al mercado en unos tres meses con una cartera de servicios absolutamente puntuales y de consumo.
“Se trata de reforzar la cartera tradicional con productos nuevos de más corta duración y por lo tanto mucho más accesibles a lo que es el gran mercado”.
¿Cómo ampliarán la cartera de servicios?
Son servicios muy puntuales enfocados en el tema de cumplimiento tributario, consultorías en tema de estrategia y negocio, en capital humano, y en el área de auditoría. Por ejemplo, queremos ofrecer la oportunidad de apoyar a los clientes en procesos muy específicos en temas de control de activos, administración de cuentas por cobrar, cuentas por pagar y manejo de inventarios.