Empresas del Siglo XXI: Visión 2050

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Hace un par de años, el World Business Council for Sustainable Development presentó los resultados de un estudio que mostraba el camino por seguir para lograr, en el 2050, el bienestar de una población global estimada en nueve billones, dentro de los recursos limitados del planeta.

El informe mostraba los retos y nuevas oportunidades de negocios para los diversos sectores productivos, con la intención de guiar la articulación de una agenda para el desarrollo sostenible en la calidad de vida sin continuar perjudicando la biodiversidad, el clima y los ecosistemas. También destacaba que eran los empresarios los llamados a liderar los cambios en el mercado mediante alianzas, mejorando eficiencias y creando nuevas ventajas competitivas.

En este sentido, quiero resaltar el desarrollo del mercado de energía renovable que se ha dado a pesar de la crisis financiera o, quizás, debido a la crisis financiera. El creciente costo marginal de producir petróleo y gas ha mejorado la posición competitiva de las energías generada por fuentes renovables y el progreso tecnológico para producirlo ha reducido los costos de inversión e incrementado su eficiencia.

Para realizar el potencial de este mercado, los gobiernos tienen que dictar políticas claras, consistentes con otras políticas y que den estabilidad al mercado, para lograr un balance entre la exigencia de inversión a las empresas y los incentivos para aquellas que las realizan. Deben también agilizar trámites, estimular a las comunidades o redes de inversionistas y desarrolladores de tecnologías y establecer políticas que apalanquen las ventajas comparativas del país.

El mercado de energía renovable ha generado ingresos sustantivos a las empresas. En el mercado europeo, si logran las metas establecidas para el 2020, podrían ascender a $225 billones, la mayor parte producida con biomasa y desechos.