Escargot otorga cuatro caracoles al restaurante Saúl Bistro

Cocina a la moda

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Recién abrió este mes sus puertas un nuevo restaurante, Saúl Bistro, parte de la empresa Saúl Méndez, en el que conviven la gastronomía y el diseño de buen gusto, en ambiente informal, con una propuesta bien pensada de menú, pequeño pero variado, con bebidas originales.

Fuimos con Silvia Castro Méndez, quien tiene estudios superiores de filosofía y de historia de la ciencia y es poeta y arpista.

También ha sido profesora universitaria, investigadora y consultora en temas de transferencia tecnológica, cultura política y comunicación social.

Conversar con ella y compartir la mesa, es un lujo, por su sabiduría, equilibrio y llaneza en el trato.

Entradas

Crema de ayote. Con queso de cabra. Textura placentera y para darle sabor diferente funciona muy bien la adición del queso caprino.

Sopa casera de vegetales. Con zanahorias, tomates, puerros y morrones. Sugerente para comenzar un almuerzo. Bien lograda.

Chin chilete. La versión “a la Saúl Méndez” del chifrijo. Frijoles bien condimentados y suaves, trozos de chicharrón del tamaño correcto y buen sabor. Aguacate abundante. Porción correcta de arroz. Excelente realización y bello emplatado.

Compot de alcachofa en cacerola. Crema caliente de alcachofa, al estilo de Emilia Romagna, con queso parmesano. Gusto intenso, se siente aterciopelado en el paladar.

Ensalada del campo. Mezclum de verdes, aguacate, remolacha, palmito, lascas de rábano, tomate y hierbas. Fresca y liviana, aunque traía chips de papa, plátano y tiquisque que no venían detallados en la carta. El aderezo peruano la viste de fiesta.

Platos fuertes

Lingüini carbonara. Un plato común, con la salsa hecha a base de crema, tocino, vino blanco, perejil y queso parmesano. No se siente pesado, sino más bien delicado. Buen tamaño de la porción, adornado con albahaca.

Rollo de salmón. Con pepino, salmón, dos rollos a temperatura ambiente, de buen tamaño. Acompañados de shot de gazpacho. Gustoso y de buen ver.

Crepe Barrio Latino. “La favorita de lo estudiantes en París”. Con queso raclette , champiñones y vino blanco. Nada del otro mundo.

Postres

Lafolí. En una primorosa bolsilla, fresas y melocotones se mezclan con helado de vainilla y café, y casi flotan sobre una cama de nutella . Estamos ante una preciosidad a la vista y una exquisitez al probarla.

Pannacota. La receta tradicional del norte de Italia. Emplatado primoroso. Sedosa y aromática, con corona de limón ácido, rodeada de naranjas confitadas de un dorado intenso, que la completan de maravilla. Delicada tonalidad a Cointreau.

Swiss roll de mora. Se trata de una crepa grande, arrollada, rellena de frutas y partida en diez porciones. Demasiado para uno solo, pero rica.

A tomar en cuenta

Para el establecimiento

Por estar recién abiertos, menos se justifica que no haya algunas cosas que aparecen en el menú. Puede deberse a ajustes en la medida de la demanda, pero no debe ocurrir.

De notar la gentileza de los camareros, que conocen muy bien el menú. Amables, pero no atosigadores.

Para los clientes

Lugar bellamente diseñado y muy acogedor, dentro de lo casual e informal de la categoría “bistro”.

Abierto a partir de las 7 a. m. las opciones para desayuno son variadas e interesantes. Precios razonables.

Restaurante Saúl Bistro : Calificación Final: cuatro caracoles

Dirección: 7 Bancas. San Rafael de Escazú. / Teléfono: 2228-8685

El otro menú: Silvia Castro, la sencillez de la sabiduría

Nuestra invitada de este mes, Silvia Castro Méndez, es poeta y música, con estudios superiores en filosofía e historia de la ciencia. Silvia es una prueba viva del éxito de las mujeres de las últimas décadas en el cumplimiento de sus propósitos y sueños. Con gran humildad, ella achaca sus oportunidades a vivir en una época donde se recogen los frutos de las luchas de muchas congéneres que la antecedieron. “Gracias a ellas”, afirma, “he encontrado el camino mucho más allanado y eso me ha facilitado mucho las cosas”.

Nuestra conversación nos lleva por las artes, la política y, sobre todo, por el lenguaje. Una charla que pudo durar la tarde entera, tan amena es nuestra interlocutora.

Siempre hay estereotipos en cuanto al estilo de las personas de los distintos países. Pero también hay comportamientos que pasan a ser parte de las culturas nacionales. Así que, para empezar le preguntamos:

¿Es usted costarricense por nacimiento y española por adopción. Esquematizando, ¿cuáles son las características más obvias entre la manera de ser de los españoles y la de los ticos?.

"Es difícil responder a una pregunta en la que muy fácilmente uno puede caer en el estereotipo. Pienso en una posible respuesta y, de inmediato, aparecen en mi mente personas que son verdaderos contraejemplos de esa generalización. Quizás –esquematizando, como usted dice- podría decir que los españoles son mucho más directos, asertivos y seguros de que una diferencia radical de opinión no va a ser tomada como un asunto personal, que hiera la piel del otro. Por el contrario, los costarricenses suelen ser más huidizos y estar en disposición de maquillar las diferencias para evitar la confrontación abierta. Así, los españoles suelen sentirse desconcertados ante la estrategia oblicua de los costarricenses y los costarricenses a menudo se sienten ofendidos ante la franqueza de los españoles”. El tema da para más:

—“Es obligado decir que –siendo España tan grande y diversa- hay conductas idiosincráticas que hacen que, por ejemplo, las maneras de actuar de un gallego difieran sustantivamente de las de un vasco. No es extraño escuchar a muchos españoles decir que los costarricenses actuamos como gallegos. Como vemos, la generalización española es aún más caprichosa que la tica”.

¿Ha trabajado como consultora en temas de cultura política. ¿Diría que hay alguna relación entre la política y la poesía?

“Este es un tema complejo. Mi primera reacción sería decir que son cosas completamente distintas, aunque reconozco que cualquier tema, incluyendo el político, puede ser “poetizable”. Al decir esto me viene a la mente el poema inmenso del poeta chileno Raúl Zurita, llamado ‘Inri’, sobre las atrocidades de la dictadura chilena. Es un poema sobre un tema político, pero –si bien podría eventualmente generar una actitud política ante la violencia y las dictaduras- lo cierto es que su propósito no es programático. El acto poético de Zurita es fundamentalmente expresivo. Sin embargo, puedo imaginar circunstancias, como la guerra, ante las que un poeta sienta la necesidad de expresarse de una manera políticamente más directa, porque está convencido de que su voz no debe escapar a su compromiso y que debe hacer de la palabra una oportunidad combativa. Quizás, la conclusión entre ambas posturas es decir que hay buena y mala poesía, ya sea que se hable de amor o que se hable de guerra e injusticia”.

—“Y siguiendo en la línea comparativa, ¿qué enlaza a la poesía con la historia de la ciencia, dos áreas en las que usted se mueve con tanta maestría?”. Esta vez le gana la humildad al responder:

—“La maestría está solo en la generosidad de su mirada. Pero para referirme a lo sustantivo de su pregunta, la historia es una disciplina que nos muestra nuestra contingencia y nuestra situación relativa en el mundo y esto siempre es un material formidable para la poesía. También, en particular la historia de la ciencia, nos enfrenta con el asombro, la imaginación y la intuición, componentes fundamentales de toda creación. Kepler, Darwin o Einstein rompieron los viejos moldes porque fueron pródigos en intuición, asombro e imaginación, aparte del duro trabajo que supuso su empresa, claro está. Y es que esa tarea de arrancarle a la realidad un trozo de entendimiento o de belleza, es común tanto a las ciencias como a las artes. Quisiera pensar que con la poesía, si es buena y si es auténtica, se alcanza alguna forma de conocimiento o de verdad, al menos sobre la interioridad o sobre el abismo al que nos asomamos para ver más allá de las convenciones”.

¿Vive usted por temporadas en España y en Costa Rica. ¿Qué extraña de cada uno de los dos países cuando se encuentra en el otro?.

—“De Costa Rica extraño los viejos afectos: los amigos y las amigas de toda la vida, mis padres, mis hermanos y sus familias. Y el verde. Es increíble cuánto se puede extrañar la densidad del verde y la exuberancia de nuestra naturaleza. De España extraño otra densidad: la cultural, expresada en los museos, las exposiciones, el teatro, la danza, los recitales de muchos y grandísimos poetas, los conversatorios de novelistas de todo el mundo, las conferencias de tema científico y, por supuesto, las librerías. En fin: la exuberancia cultural en todas sus formas, a pesar de las dificultades por las que atraviesa el mundo de la cultura en la España actual. Tengo la dicha de vivir en los dos mundos y, gracias a esto, la dureza de ambas ausencias nunca se vuelve inmanejable”.

¿Cuáles serían dos obstáculos que haya tenido que enfrentar para lograr sus metas?.

—“He sido una mujer con una gran suerte. En primer lugar, porque me ha tocado vivir en una época donde se recogen los frutos de las luchas de muchas mujeres que me antecedieron. Gracias a ellas, he encontrado el camino mucho más allanado y eso me ha facilitado mucho las cosas. Es una gratitud que es necesario hacer explícita y aprovecho esta ocasión para hacerlo. En segundo lugar, porque provengo de una familia donde siempre tuve el crédito para emprender cualquier reto que quise y el apoyo para conseguirlo. Puedo imaginar pocos privilegios más grandes que éste. Siendo así las cosas, los obstáculos encontrados han sido, primordialmente, los que han partido de mis propias limitaciones”. Hace una pausa, y aclara”

—“Quizás la mayor de ellas se ha expresado con la música, porque siempre fui consciente de que no llegaría a ser la excelente arpista que me habría gustado y porque la presión que supone el ejercicio de un arte en el tiempo, resultaba excesiva para mí. Ningún aplauso compensaba la cuota de sufrimiento que significaba tocar en público. Es algo que le dirán muchos músicos que han acabado apartándose de las audiencias. Pero la música, el recuerdo de lo que tuvo de bueno esa vivencia, y la disciplina y autoexigencia que ese estudio forjó en mí, sigue siendo parte de quien ahora soy y también lo agradezco”.

¿De qué trata su libro “Mester de extranjería”, que aparecerá en España en el 2015? .

—“Mi tema fundamental, especialmente después de mi llegada a España, es el extrañamiento y este libro no es la excepción. Trata sobre la condición del extranjero, pero no solo en el sentido literal -que también se aborda-, sino que considera muchas de las vivencias y maneras de colocarse en el mundo que nos enajenan de lo que nos es más propio debido a exclusiones sociales, migraciones, guerra, violencia, e incluso la muerte, como un lugar extremo de extranjería. También toma en cuenta aspectos de la interioridad que nos hacen extranjeros de nosotros mismos, de nuestro cuerpo o del autodominio personal; así como del extraño territorio de la poesía, como ese lugar en el que nos descolocamos y nos hacemos foráneos de los usos habituales y consuetudinarios del lenguaje. Espero que las vicisitudes editoriales me permitan traerlo durante mi próximo viaje a Costa Rica a mediados del 2015”.

Igual nosotros esperaremos con mucho interés a la obra y a la autora, una persona fuera de serie que nunca aparta los pies de la tierra, sea cuál sea la que la acoja en su momento.

Recomendación de lectura : “Agua”, de Silvia Castro [Editorial Costa Rica], 2011]. Premio Nacional Aquileo Echeverría.

Delikatessen

Como sabemos, hay platillos que han llegado a convertirse en el símbolo nacional de diversos países. En el caso de los belgas, es con las papas fritas con lo que se les suele representar.

Allí este artículo comestible no es un simple acompañamiento, sino parte fundamental de platos regionales con pollo, mejillones, camarones o costillas de puerco.

Están tan arraigadas en la vida diaria de los belgas, que los jóvenes las utilizaron como emblema en la crisis política del 2010-2011, que se apodó “la revolución de las ‘fritas’”.