Escargot otorga tres caracoles y medio a El Gaff Gastropub

Un “chante” amigable

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El proceso de convertir los barrios Escalante y Los Yoses en una especie de zona rosa de la ciudad de San José se ha mantenido constante y han ido surgiendo nuevos restaurantes, bares y cafés que se concentran allí. Esta vez visitamos El Gaff (en irlandés, traducido libremente, es “el chante”, la casa, el hogar), que se describe como gastropub , es decir, un lugar que se especializa en cervezas, pero al mismo tiempo mantiene una pequeña carta con la que quiere abrirse campo también en el panorama gastronómico citadino.

Fuimos a la hora de almuerzo. En nuestra segunda visita, acompañados del Ms. Guillermo Barzuna, quien destaca por su permanente defensa del patrimonio arquitectónico y cultural josefino y es un enamorado de nuestra capital.

Entradas

Frijoles blancos con chorizo. Bien condimentado y agradable, aunque nos hubiera gustado el chorizo picadito y no en tiras largas.

Ensalada bleu. Con manzana roja, almendras y tenue sabor a queso azul; los ingredientes no eran los del menú y pareció improvisada, pero sabía bien.

Bok choy salteado con acelga. Más cantidad de otros vegetales que los ofrecidos en la carta, pero igual estaba rica.

Platos fuertes

Pizza del huerto. Las pizzas tienen papel protagónico en la carta. Esta tenía cebolla morada, chile dulce, zucchini y tomate natural. Estaba deliciosa.

Atún sellado. El atún queda gustoso apenas sellado: se cocina por fuera y se deja término medio por dentro, lo que potencia su sabor. Acompañado de papas bravas y vegetales. Excelente y bien montado, en colorido y composición. Lo mejor de las dos visitas.

Pasta con salmón y camarones. Quedó debiendo; buena cantidad de salmón en cubitos, exceso de mantequilla y los camaroncitos pequeños añadían muy poco.

Fish and chips. Un clásico plato de pub , bien hecho, fresco y de tamaño demasiado generoso. Acompañado con salsa tártara.

Postres

Cheese cake. Cumplidor. En la segunda visita mejoró el emplatado, al que se añadió cereza y una hojita verde, con lo que avivó la presentación.

El Gaff Gastropub

Calificación Final: Tres caracoles y medio

Dirección: Los Yoses, frente a la Casa Italia.

Teléfono: 2253-3871

Delikatessen

-A propósito de las cervezas artesanales de El Gaff, queremos señalar que las mujeres han estado ligadas a la producción de esa bebida, símbolo de fecundidad, desde hace milenios. Destacaba el periódico galo Le Figaro que hoy en día en Francia más de un centenar de ellas ha reabierto locales dedicados a la venta de dichas cervezas originales.

-Y al parecer la única especialista en cultura e historia de la cerveza en ese país es, precisamente, una mujer, Elisabeth Pierre, quien sostiene que la cerveza es fundamentalmente femenina.

A tomar en cuenta

Para el establecimiento:

-Urge acabar la renovación de la terraza trasera, para que se termine el recuerdo de un patio residencial descuidado.

-Debe fortalecerse la oferta de postres. Una opción única no es opción.

-Si algo figura en el menú, hay que tenerlo. No es posible que no se pueda ordenar nada de la parte vegetariana, "porque no hay nada verde" en existencias, como ocurrió en la primera visita.

-La atención es cordial, pero puede afinarse el entrenamiento para que sea más profesional, sin perder calidez.

Para los clientes:

-Es un sitio completamente informal, de sabor urbano. Ambiente tranquilo por la mañana. En las noches, un bar animado, donde campean los cocteles en copa desmesurada y los shots de nombres impublicables.

-Hay secciones que aún no están adaptadas a la vocación actual del proyecto, pero va por buen camino, tiene personalidad y su oferta gastronómica sorprende, ya que va más allá de la de un simple bar.

-Las porciones son abundantes y el precio más que razonable.

El otro menú

Guillermo Barzuna Pérez: Una urbe que no sea amenazante ni ajena

Guillermo Barzuna es una figura emblemática en la lucha por una capital que mantenga sus edificios patrimoniales y se convierta en lugar seguro para tertulia y diversión de sus habitantes. Gran conversador, conocedor de la música clásica y popular (su posgrado versó sobre la trova), es un especialista reconocido en filología española y literatura latinoamericana. Con un ojo en las artes y otro en la gente, está lejos de responder al estereotipo de profesor universitario que habla en difícil o cree llevar la verdad en el maletín.

Con él hablamos llanamente sobre música, literatura y, sobre todo, de la ciudad. Tiene una maestría en literatura hispanoamericana, de manera que las letras son el primer tema de nuestra charla. Le preguntamos si puede señalar a uno o varios autores de su predilección.

—"El panorama latinoamericano es muy rico a nivel de producción literaria. En narrativa hay que mencionar sin duda a dos genios, Juan Rulfo y Julio Cortázar, por esa visión sui generis de abordar lo latinoamericano de una manera donde lo fantástico y lo real se fusionan de forma estética y nos conducen como lectores a caminos en los que la imaginación se desborda. En lírica, sobresale César Vallejo, el gran renovador de la escritura continental en la época de las post vanguardias. Poeta intenso, universal. En ensayo, Octavio Paz y su respeto en la mirada a nuestra identidad, bajo los signos de modernidad y tradición".

Como profesor universitario, oficio que ejerció por varias décadas, Barzuna dio múltiples cursos sobre literatura costarricense. Nos preguntamos si en esta área, más cercana a su corazón, podrá manifestar predilecciones. Nuestro invitado no titubea.

—"Sin duda: Carlos Salazar Herrera, Carmen Naranjo e Isacc Felipe Azofeifa", dice con claridad.

Pasamos a otro de los asuntos en que la voz de don Guillermo se hace oír, a través de conferencias, artículos y acciones concretas. Es usted un defensor de ciertos rasgos de nuestra cultura cada vez más cercanos a la desaparición, como la pulpería y los mercados. ¿Cuáles señala como las principales virtudes de ambos?

—"Esos son espacios que desaparecen o se convierten en otra cosa. Defiendo en ellos los signos de convivencia y de comunicacion entre vendedores y compradores, de viejas tradiciones y decires, del saber patrimonial que hay en ellos. Dichos, piropos, habla popular, toponimia. En fin, signos de identidad que bien pueden convivir con otros espacios más modernos".

En un artículo en el que figura como autor, se recuerda con nostalgia la San José de su juventud: una urbe que no era aún ni amenazante ni ajena, sino un verdadero espacio de libertad. Con esas memorias vivas, Barzuna mantiene una activa participación en la defensa del patrimonio cultural de nuestro país y, de manera señalada, de la ciudad de San José. Si tuviera el poder y el presupuesto necesario, ¿cuál sería una edificación que estaría dispuesto a salvar?

—"Muchas, desde luego. Ahora pienso en la casa de la familia Knöhr en el patrimonial barrio Otoya, un bello recinto de 1920, al mejor estilo victoriano costarricense".

De pronto, una sonrisa hacia adentro muestra que alguna anécdota divertida le ha llegado a la memoria y le pedimos que la comparta.

—"Pensaba de pronto en algo que me ocurrió cuando comencé a impartir clases en Estudios Generales, a mediados de los años setenta. Estaba muy jovencillo y ya me entusiasmaba mucho enseñando literatura. Habia unas tarimas de casi 75 centímetros de alto, en las aulas del edificio, que separaban al maestro de los estudiantes. Pues metido de lleno en el tema, con aquel entusiasmo, no me acordé de la mentada tarima y cuando me di cuenta, los estudiantes de la primera fila me tuvieron que atajar, ya que caí sobre ellos. Por dicha al año siguiente las eliminaron", dice entre risas.

En las redes sociales, nuestro invitado a menudo distribuye bellas imágenes de lugares y objetos de antaño. Eso nos lleva a una nueva cuestión: ¿de los instrumentos que son ya recuerdo del pasado, como el tocadiscos, la rocola, la cocina de leña, etc., ¿cuál tiene para usted un significado especial?

—"Por supuesto el tocadiscos y los maravillosos vinilos, su sonido, su olor. Glenn Miller, pasadobles, boleros y tangos inolvidables de la infancia aún resuenan en mi memoria".

En su respuesta, sobresale de nuevo su pasión por la música, lo que nos lleva a preguntarle si tiene alguna canción que considere especial. Lo piensa y casi escuchamos pasar por sus oídos decenas de piezas, clásicas y populares, mientras medita su respuesta. Para nuestra sorpresa, se decide por una de María Elena Walsh.

—"Sábana y mantel resume, de manera brillante, la afectividad y el placer que hay detrás de estos comunes objetos textiles que se mencionan en el título", nos dice.

Llega el final de un almuerzo en un ambiente diferente, un ángulo contemporáneo de esta San José que Guillermo Barzuna tanto ama. El Gaff le ha gustado y manifiesta su deseo de volver con amistades del ICOMOS (el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), su organización consentida en estos años. Su frase final merece destacarse: "Una ciudad habitada es una ciudad bien cuidada. Quien vive en ella quiere un ambiente limpio, en más de un sentido, para que crezcan sus hijos. Solucionar el gravísimo problema del transporte público y repoblar San José: esas son tareas imprescindibles, que le debemos a la capital".