“Esperaría que esta oficina crezca más rápido que cualquier otra”

Tom Leighton, CEO y cofundador de Akamai Technologies, aseguró que en Costa Rica tienen algunos de sus mejores talentos

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Akamai Technologies invirtió $6 millones en la unificación de sus operaciones en Costa Rica, con el objetivo de verlas crecer. Por eso, a la inauguración de la nueva sede asistió Tom Leighton, CEO y confundador de la compañía.

Este estadounidense de 63 años, cofundó Akamai Technologies en 1998 y se desempeñó como jefe científico de la empresa hasta que se convirtió en CEO en 2013. Durante sus primeros cinco años como CEO, los ingresos de Akamai casi se duplicaron, con un crecimiento de unos $1.400 millones en 2012 a más de $2.500 millones en 2017, y la tasa anual de ingresos del negocio de seguridad de Akamai creció casi 20 veces, a más de $500 millones a finales de 2017.

Leighton posee más de 50 patentes relacionadas con entrega de contenido, protocolos de Internet, algoritmos para redes, criptografía y gestión de derechos digitales. Él y el cofundador de Akamai, Danny Lewin, fueron incorporados al Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos en 2017. También es miembro en su país de la Academia Nacional de Ciencias, la Academia Nacional de Ingenieros y la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias.

Como una de las autoridades más destacadas del mundo en algoritmos para aplicaciones de red y ciberseguridad, Leighton descubrió una solución para liberar la congestión web mediante el uso de las matemáticas aplicadas y la computación distribuida. Akamai usó esta tecnología para crear la plataforma de computación distribuida más grande del mundo.

EF conversó con Leighton sobre el futuro de la operación costarricense de Akamai.

—¿Cuál es el plan de Akamai para su operación en Costa Rica?

—Esta es una de nuestras oficinas más grandes y de crecimiento más veloz. Tenemos algunos de nuestros mejores empleados aquí y la operación ocupa primer lugar global en satisfacción del cliente y fuerza de servicios. Tenemos la mayoría de las funciones de la empresa aquí y yo esperaría que el crecimiento de esta oficina continúe, aún más rápido que en cualquier otra de nuestras operaciones alrededor del mundo.

—¿Cuáles son los retos que enfrenta nuestro país para satisfacer las necesidades de una empresa como Akamai?

—El mayor esfuerzo se debe ubicar alrededor de la educación, para aumentar el tamaño de la fuerza de trabajo. Nosotros acabamos de graduar nuestra primera generación de la Academia Técnica de Akamai, que fue diseñada para entrenar personas inteligentes, en tecnologías que son necesarias para trabajar en Akamai. Es gente que quiere trabajar en el campo de la tecnología y son listos, pero no tienen el entrenamiento técnico. Esta es una forma de ayudar a aumentar el talento disponible, y tiene especial foco en diversidad: la mayor parte de la clase eran mujeres.

—Además de las iniciativas externas, como la Academia que mencionó, ¿cuenta Akamai con puestos de trabajo para formar profesionales universitarios recién graduados, que necesitan la exposición a este tipo de tecnologías?

—Sí, tenemos puestos de nivel básico en Costa Rica. Por ejemplo, los procesos de la Academia requieren seis meses de capacitación intensiva y seis de pasantía, para pasar de ahí a un puesto de trabajo. A partir de ahí, cuando adquieren experiencia, se pueden mover a otros puestos dentro de la compañía.

—¿Cómo se explica la poca penetración de las carreras científicas en los intereses de los estudiantes universitarios?

—Las carreras STEM (de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés) son muy importantes. Llevar la cantidad adecuada de entrenamiento a una porción mayor y más diversa de la población es un reto en la mayoría de los países; en Estados Unidos también. Uno pensaría que la gente entiende cuán importante es, no puedo explicar por qué no hay más atención a las carreras de STEM.

“La realidad es que son difíciles, tal vez eso es parte del problema. Es necesario educar a los educadores, no estoy muy familiarizado con este campo en Costa Rica, pero en Estados Unidos muchos maestros y profesores no están en capacidad de educar en esas áreas porque ellos mismos no han sido educados. En nivel universitario la situación es mucho mejor, y aquí en Costa Rica también, porque hay un excelente sistema universitario. Eso ayuda mucho. Este tema es crítico para el futuro”.

—¿Cómo tomó usted la decisión de especializarse en materias de STEM?

—Siempre he amado las matemáticas. Es el área en la que trabajé, me convertí en profesor de matemáticas y computación. Akamai es una tecnología que trabajamos en la universidad y creamos la compañía para que la tecnología saliera al mundo y pudiera ser utilizada. De niño tuve mucho apoyo de mi familia, pasé por buenas escuelas y tuve acceso a profesionales que fueron mis tutores. Fui muy afortunado de que todas las piezas estuvieran en el lugar correcto para apoyar mi formación en esos campos.

—¿En cuáles otras iniciativas, adicionales al giro de negocio de la empresa, están invirtiendo?

—A través de la Fundación Akamai proveemos fondos para iniciativas que apoyan la educación en las áreas de STEM y la diversidad. Hemos recibido en este edificio al grupo Rocket Girls, que es una de las organizaciones con la que trabajamos, y en Costa Rica tenemos iniciativas especiales; aquí inauguramos Danny’s Lab, que incluye un laboratorio móvil que visitará comunidades menos privilegiadas para aportar en la exposición de los niños a la ciencia y la tecnología, de una manera introductoria pero que ojalá despierte su imaginación. En la operación global estamos con iniciativas como Chicas que programan, en Estados Unidos apoyamos la competencia de matemáticas de chicas, donde 100 estudiantes mujeres en el campo de las matemáticas van al Instituto Tecnológico de Massachussets, compiten entre ellas y ganan becas.

“Hay una serie de programas que hemos identificado, relacionados con STEM, y con especial foco en diversidad”.

—¿Cuál es su estrategia para mantener viva la innovación en la compañía?

—La innovación es para nosotros tan importante hoy como cuando comenzamos hace 20 años. Cuando una compañía es una start-up el proceso es más sencillo: eso es lo que son, una idea. Pero cuando se es una compañía de dos décadas, hay que trabajar el tema. En este momento tenemos 7.500 empleados y toca combatir la burocracia y asegurarse de que estamos generando el espacio adecuado para innovar, porque tenemos gente muy talentosa y con excelentes ideas, pero la compañía debe encargarse de darle oxígeno a esas ideas para que puedan brillar y crecer. Trabajamos mucho en eso: promover la información, permitir que las buenas ideas lleguen a las jefaturas y ejecutivos, para que obtengan financiamiento. El campo tecnológico se mueve muy rápido, en algunas áreas somos líderes con mucha ventaja, pero sabemos que muchos competidores copiarán lo que estamos haciendo. Seguir innovando y liderando con nuevas capacidades, es vital.

—¿Cuáles son las principales amenazas a las que se expone la gente en Internet?

—Están los ataques para negar el servicio, que suceden cuando los servidores de un sitio reciben una inundación de tráfico para que colapse. Están los ataques de aplicación, cuando alguien intenta tomar el control de un sitio y cambiar su contenido. Robos de información personal, como cuando se usa la tarjeta de crédito en línea y alguien intenta robársela. Tomar control de la cuenta de banco o de comercio de otra persona, que le permiten a un tercero pedir, por ejemplo, mercadería que se le carga al dueño de la cuenta, pero nunca le llega. En las empresas hay robo de datos, cuando el malware entra y se lleva la información privada de la compañía para enviarla a otro lado. Ese es el tipo de cosas que detenemos.

—¿Y hacia dónde va Akamai en ese contexto de amenazas?

—En la actualidad superamos prácticamente todos los ataques de negación de servicios y de aplicación y prácticamente detenemos todas las usurpaciones de cuentas. El área donde estamos trabajando más duro es en detener los robos de datos en las compañías, hay mucho trabajo que hacer ahí. Y por supuesto, los malos están subiendo el nivel, se hacen más sofisticados y nosotros debemos mejorar las defensas para proteger a nuestros clientes.

—¿Qué papel puede desempeñar la operación de Costa Rica en estos campos?

—Muchos de nuestros empleados aquí están trabajando en nuestros servicios de seguridad, en primera línea. De hecho acabamos de inaugurar nuestro Centro de Operaciones de Seguridad aquí y este equipo está trabajando en tiempo real con clientes que reciben ataques, para ayudarlos a resolver los problemas y proteger sus operaciones.