Si la lámpara de su mesa de noche alumbra con luz azul o blanca, lo mejor será que cambie de bombillo.
Así lo sugiere un estudio de la Universidad de Ohio, que encontró que este tipo de iluminación está relacionada con el estado de ánimo; específicamente, con la depresión.
La luz roja, en cambio, estuvo menos vinculada con ella.
“Los únicos hamsters a los que les fue bien fue a los que tenían oscuridad total durante la noche”,aseguran los investigadores en el sitio de la universidad.
Uno de los autores del estudio, Randy Nelson, considera que los hallazgos podrían tener implicaciones importantes para los seres humanos, en particular para los que trabajan en turnos de noche, quienes, en su opinión, deberían trabajar con luz roja en lugar de blanca.
Para llegar a estos resultados, los investigadores analizaron las células fotosensibles en la retina, que no tienen un papel importante en la visión, pero que detectan la luz y envían mensajes a una parte del cerebro que ayuda a regular el reloj circadiano del cuerpo.
Este es el que determina los ciclos de 24 horas que tienen las personas y que definen cuándo tienen sueño y cuándo despiertan, entre otras funciones metabólicas.
Las células analizadas son más sensibles a las longitudes de onda azul y menos, a las de onda roja.
Los investigadores vieron que la luz nocturna envía señales durante el día a partes del cerebro que regulan el estado de ánimo.
"Esta puede ser la razón por la cual la luz en la noche se relaciona con la depresión que sienten algunas personas", dijo Tracy Bedrosian, coautor de la investigación publicada en The Journal of Neuroscience.