Expertos recomiendan a empresas aplicar la ecoeficiencia en tiempos de bonanza

Consultores de sector industrial reconocen que se requiere avance en fuentes renovables y transporte

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Modificar prácticas ambientales dentro de una empresa es un acto de decisiones integrales, transversales y enfocadas en el largo plazo.

Es una inversión que debe hacerse en el mejor momento de la compañía (desde la óptica financiera) y no cuando está en problemas, afirma Emil de la Rocha, consultor asociado de la Cámara de Industrias en temas de medio ambiente.

“Las empresas que cambian prácticas es porque miden su desempeño, pero para medir el desempeño requieren gestionar una serie de variables y ahí es donde se insertan los sistemas de gestión más conocidos como ISO, pero para esto requiere tiempo, esfuerzo y recursos”, detalló.

Desde su experiencia como consultor, puede decir que las empresas que tienen la disposición para cambiar lo han hecho más por presiones externas o porque algún cliente le exige certificaciones. Pero lo hacen.

El resto que se mantiene inerte ante el nuevo escenario corre un gran peligro porque cuando se dan cuenta que deben cambiar, ya es muy tarde. Muchos lo superan, dijo De la Rocha, pero otros se topan sin recursos para invertir y con una competencia que los devora.

Áreas para trabajar

La Cámara de Industrias acompaña, desde hace muchos años, a empresas asociadas en programas de ecoeficiencia, producción más limpia y sostenibilidad.

Es un tema que EF expone durante el mes del ambiente –junio– en la revista Negocio verde, ganancia madura , dedicada a la ecoeficiencia e inserta en esta edición (solo para suscriptores).

Desde la perspectiva privada, tanto De la Rocha como Agustín Rodríguez, consultor en temas de energía, coinciden en que la industria manufacturera ha dado pasos importantes en el desarrollo de productos más ecomigables, procesos más ecoeficientes y en la aplicación de metodologías como la Producción más Limpia.

Los grandes consumidores de energía –el de cemento, uno de ellos–, se esfuerzan por mejorar sus indicadores de energía por tonelada producida.

Holcim y Cemex, las dos cementaras del país, cuentan con iniciativas para disminuir su consumo energético y realizan fuertes inversiones.

Hay casos destacables como el del BAC Credomatic, Dos Pinos y Arcelor Mittal. También el de Florida, Purdy Motor, Britt, Dota y Mapache Rent a Car.

La perspectiva de los consultores es que son las pequeñas y medianas empresas (pymes) a las que les ha costado más dar pasos por mejorar su competitividad e invertir en temas ambientales.

Para este subsector –el de mayor representación en el país– las dificultades radican en encontrar tecnologías adecuadas a cada proceso, en apoyar la construcción de planes o portafolios de inversión para ser presentados a bancos y en construir a lo interno plataformas para hacer cambios en forma más sostenible.

Ejemplo sobresaliente en pymes es el de Florex.

Eso sí, el sector privado no puede lograr cambios en solitario. La reducción de emisiones, de la huella ambiental y las buenas prácticas deben contar, por ejemplo, con un adecuado ordenamiento territorial.

Aunque el país tiene una matriz energética bastante limpia, la preocupación de De la Rocha y de Rodríguez es que esta matriz cada vez se desmejora conforme se queman más combustibles fósiles en horas pico de la demanda.

El sector transporte, renglón importante en la generación de emisiones de CO2, unido a los aumentos de los costos de la electricidad, revelan que hay urgencias por trabajar en el tema de congestión vial y en el uso de energías renovables que disminuyan la dependencia de los hidrocarburos.

Lo anterior se justifica para que las industrias estén más cerca de centros poblacionales que necesiten opciones laborales y así se eviten traslados largos y con presas de por medio.

De la Rocha y Rodríguez se cuestionan cómo si Costa Rica se propone a ser carbono-neutral en el 2021, está pensando en una refinería en lugar de plantear iniciativas en torno a los biocombustibles.

“Estratégicamente sería mejor invertir ese dinero en impulsar mejoras en el transporte público y en la infraestructura vial o bien, en un esquema para disminuir los impuestos a los autos híbridos”, dijo De la Rocha.