La firma de artículos de ropa deportiva Quiksilver declaró en bancarrota su operación en Estados Unidos, y optó por acogerse al capítulo 11 de la Ley de quiebras de ese país.
Pierre Agnes, presidente de la multinacional, señaló en un comunicado que "después de considerarlo cuidadosamente, hemos tomado este difícil pero necesario paso para asegurar un futuro brillante para Quiksilver".
La marca de surf al parecer no vio otra salida, ya que desde el 2014 que viene sufriendo un descenso en las ventas del 13%, cifra que equivale a una pérdida de $309 millones.
La medida les permitirá no solo recuperar a largo plazo su salud financiera, sino que también seguir operando con normalidad en sus sucursales.
Según se informó, la quiebra de la compañía es solo en Estados Unidos, quedando al margen sus negocios de Europa y Asia.