Gastronomía popular costarricense busca su lugar como gancho turístico

Autoridades quieren consolidar platillos típicos como parte de atractivos del país

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La comida costarricense puede convertirse en un aliado para el sector turístico nacional, aunque todavía las autoridades no la consideren un atractivo independiente para los visitantes.

Esta semana se celebrará el II simposio “El restaurante y el turismo gastronómico” con la idea de discutir la importancia de la gastronomía como componente del producto turístico, y las ventajas de negocios para empresas del sector.

Un caso de éxito es el modelo que adoptó el restaurante Tintos & Blancos, con el desarrollo de un menú turístico en coordinación con la agencia de viajes Urban Adventures San José.

“La experiencia es muy positiva, especialmente impresiona a visitantes extranjeros, más que a nacionales. Necesitamos que más restaurantes se unan para promover y fortalecer más esta gran iniciativa”, dice Carlos Castiñeira, gerente general de la cadena de restaurantes.

El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) planea 10 capacitaciones de gastronomía para el sector a lo largo del 2015 y una de etiqueta y protocolo gastronómico. La meta es capacitar a 288 personas, entre chefs y personal de alimentos y bebidas.

Y para quienes quieran practicar por su cuenta, desarrolló ocho recetarios con platillos tradicionales de las siete provincias y coctelería hecha con ingredientes locales.

¿Destino gastronómico?

La iniciativa de las autoridades va en el sentido de complementar la oferta turística actual con la comida, pero no se busca transformar o potenciar al país como destino gastronómico en sí mismo.

“Vemos que la gastronomía permea en todas las actividades turísticas, no estamos siguiendo un modelo gastronómico. Es un agregado a los productos por los que nos identifican mundialmente (playa, aventura, ecoturismo) y vienen a visitarnos. La vemos como un complemento”, explica Guillermo Miranda, jefe de desarrollo turístico del ICT.

Otros representantes del sector sí consideran la oferta culinaria costarricense como valor estratégico para el turismo gastronómico nacional e internacional.

En paralelo con la estrategia nacional, la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore) participó durante los últimos días de setiembre en la feria internacional de turismo termal y de bienestar y salud “Termatalia”, en Galicia, España.

Con cocineros integrados en el Plan Nacional de la Gastronomía Costarricense Sostenible y Saludable, la Cámara presentó showcookings de gastronomía tradicional. Así, se presenta al país como opción de comida sostenible y natural, con el lema “Come sano, come rico, come tico”.

Desde otro frente, Filippo Mazzaia, gerente de área para Latinoamérica y Caribe de Grupo S. Pellegrino, considera que las condiciones de poder adquisitivo y desarrollo cultural del país le dan el ambiente adecuado para comenzar un posicionamiento gastronómico. S. Pellegrino es el patrocinador global de las listas 50 Best de los mejores restaurantes del mundo.

“Eso le permite que mucha más gente pueda querer conocer más del panorama gastronómico. Y esto ya está pasando: estamos viendo que muchas personas llegan a Costa Rica a abrir restaurantes y mucha gente también sale exclusivamente para probar y degustar la excelencia gastronómica”, asegura Mazzaia.

En reconocimientos como las listas 50 Best, los restaurantes dependen de la visita de los miembros del jurado, quienes deciden si votan o no por ellos.

Costa Rica tendría que desarrollar el perfil de un destino gastronómico para atraer a estos conocedores y foodies , con el fin de colocar un restaurante local en estas vitrinas internacionales.