Gerencia: ¿Cómo formar líderes?

En los colegios y en las empresas es necesario fomentar habilidades para crecer

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Durante varios años, tuve que recorrer los principales colegios rurales del país y entrevistarme con estudiantes de últimos años.

En el colegio . Comparábamos el horario de la secundaria con el que creían iban a tener en la universidad. Los hallazgos eran que el colegio resultaba sumamente estructurado y rutinario, mientras que la universidad tenía horarios muy variables, una demanda de tiempo aparentemente menos fuerte aunque, paradójicamente, la exigencia sería aún mayor.

En la universidad . Este comienzo daba pie a interrogarles: ¿Qué habilidades requerirá un estudiante para terminar con éxito su carrera universitaria? Luego de indagar, las respuestas eran casi siempre las mismas: 1) Trabajo en grupo, crear equipos de alto rendimiento (como en el deporte). 2) Resolución de conflictos, aprender a negociar con personas variadas. 3) Administración efectiva del tiempo, para enfocarse en los objetivos correctos. 4) Construcción de relaciones interpersonales, basándose en la confianza y la empatía. 5) Comunicarse apropiadamente con públicos diversos, lo que solemos llamar asertividad. 6) Pro-actividad, iniciativa para actuar de manera creativa. 7) Liderazgo, capacidad de dirigir a las personas hacia una meta común.

Al cuestionarles sobre quién podría ayudar a desarrollar esas habilidades, todos callaban: eran conscientes de que ni el colegio, ni la universidad contaban con espacios para educar en estos temas.

Encontré las mismas conclusiones en estudiantes del área metropolitana, y creo que lo mismo podría descubrir en alumnos de muchos países.

En las empresas

Más recientemente he tenido la oportunidad de elaborar propuestas para la formación de ejecutivos con alto potencial de crecimiento, en empresas de diversos sectores. Al preguntar sobre las necesidades de capacitación, casi todas coincidían en dos grupos de requerimientos:

a. Operativos . Aquellos más técnicos, conocidos como hard skills .

b. Gerenciales. Enfocados en la labor de mando, llamados soft skills .

En muchas compañías, los gerentes de recursos humanos y las personas orientadas a los planes de desarrollo gerencial, coincidían en la necesidad del desarrollo de las habilidades blandas para el fortalecimiento de sus líderes claves, gerentes y supervisores.

Más aún, cuando debíamos diseñar programas a la medida, podría decir sin temor a equivocarme, que las mismas competencias que los colegiales apuntaban como más necesarias, son las que las empresas solicitan hoy día con mayor frecuencia. Solo hay dos que ninguna organización pedía pero, al explicarlas, no dudaban en asumirlas como prioritarias.

1. Integridad , actuar éticamente en cualquier circunstancia.

2. Conciliación , saber equilibrar armónicamente el trabajo y la familia.

Ascenso. Lo anterior me permitió entender qué sucede en las organizaciones: ni el colegio, ni la universidad, ni las mismas empresas forman a su gente en las habilidades críticas para su promoción.

En un entorno tan competitivo, el principal diferenciador radica en esas cualidades intangibles que optimizan el desempeño personal y profesional, las cuales denominamos competencias directivas.

Las organizaciones son tradicionalmente verticales: la figura de autoridad en las aulas la posee el profesor; en las empresas, los gerentes. Esta jerarquía es razonable, porque garantiza una estructura ordenada.

No obstante, es necesario repensar cómo dar un enfoque más horizontal, no tanto a nivel de organigrama, sino de crecimiento personal: permitir que cada individuo desarrolle su potencial desde los comienzos, para surgir en futuros escenarios inciertos y complejos.

¿Qué es la formación del liderazgo, sino el desarrollo integral del carácter?