Gerentes deben tomar precauciones para ir al estadio con los colaboradores

Tome en cuenta las particularidades del futbol antes de organizar actividades de integración relacionadas con ese deporte

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¿Está buscando actividades de integración para sus colaboradores? Una visita al estadio para ver a la Selección Nacional puede ser buena idea. Eso sí, esta actividad depende de las características de su equipo, y los expertos en coaching recomiendan medidas distintas para cada caso.

Por ejemplo, de acuerdo con Roberto Rabouin, profesor de ADEN Business School, la visita al estadio puede reforzar la imagen de la empresa y el reconocimiento al desempeño extraordinario de los colaboradores.

“Es una pena desaprovechar una oportunidad como esta, la gente tiene que saber que la empresa premia el esfuerzo, la calidad o los resultados, la clave es que el criterio de selección sea 100% transparente, si no se presta para malos entendidos: premiar a la persona equivocada o en forma que la gente sienta que el proceso fue amañado y tramposo es peor a no dar nada, si no se tuviera forma de hacerlo así, se podría tomar la evaluación de desempeño y decir qué se sortea, pero entre los empleados que están en la máxima categoría o algo similar”, asegura Rabouin.

Mientras tanto, Jack Raifer, de RyR Consultores, asegura que los resultados de una iniciativa así podrían ser más negativos que positivos. “No tiendo a apoyar la noción de premios de este tipo, ya que tienden a crear más fricción, competencia poco sana y lo poco que genera de motivación entre los que ganan es opacado por la desmotivación generada en los demás”, comenta.

Para Alexander Aguilar, de la empresa consultora Humano, la situación es totalmente distinta. “No existe ningún riesgo que una empresa regale entradas a sus colaboradores para que asistan al estadio. Más bien es estimular y alimentar la compenetración de los individuos más allá del ámbito laboral”, asegura.

Cristian Williams, gerente de comunicación de Specialticket, comentó que aún quedan entradas para el encuentro entre Costa Rica y Jamaica. “El procedimiento de compra para empresas es muy sencillo, envían un correo con la solicitud a Specialticket y se procede a notificarle al productor del evento. El productor aprueba y se hace la venta”, explica Williams.

Una empresa que vivió esta situación es Sykes, pues durante la eliminatoria hacia Alemania 2006 llevó a la totalidad de su personal (en aquel momento poco más de 1.800 personas) a uno de los partidos decisivos, con resultados positivos.

“En la eliminatoria siguiente experimentábamos los efectos de la crisis y la empresa optó por contener los gastos, pero ahora estamos valorando diferentes opciones para vivir con nuestros empleados la eliminatoria hacia Brasil 2014 y tal vez hasta enviar algunos colaboradores al mundial”, asegura Arturo Barboza, gerente de asuntos corporativos de Sykes Costa Rica.

Primero fije su objetivo

Las reglas de la visita al estadio deben definirse con el objetivo estratégico que motiva esta actividad. De acuerdo con Aguilar, el empleador debe tener claro que, si es una invitación, su equipo no irá a trabajar.

“Visitar el estadio debe ser una experiencia entretenida, amena, bonita. Salir de la rutina laboral con mis compañeros y compañeras para conocerlos en otra faceta, más allá de las reuniones de equipo y de la presión por lograr los resultados organizacionales. Si la visita al estadio es una actividad que en el futuro querremos repetir, la empresa estará ganando un partido importante sin necesidad de jugar los tiempos extras ni de llegar a los penales”, subraya Aguilar.

Rabouin advierte que llevar colaboradores en grupo para posicionar la marca puede ser riesgoso si hay pasiones desbordadas, algo que según él se resuelve “haciéndoles ver que tendrán la representación de la empresa o cambiado de idea y evitando la identificación corporativa”.

Y si después su equipo está en las portadas sin el logo de su marca, no hay derecho de quejarse.

“Fue un día inolvidable”

Arturo Barboza, gerente de Asuntos Corporativos

- ¿Cómo se tomó la decisión de llevar al equipo al estadio?

Las empresas lo que hacen, por un lado, es aprovechar la coyuntura de que hayan diferentes actividades que motiven a la gente. En Sykes la iniciativa respondía precisamente a la política de retención de talento, para mantener a la gente motivada y animada y con la certeza de que la empresa no es solo trabajar sino que da un reconocimiento en actividades con las que los empleados sientan afinidad y satisfacción.

- ¿A cuál partido fueron?

Era uno de los más importantes, en el que se clasificó a Alemania 2006, contra Estados Unidos. La compañía invitó a todos los empleados, sin distinción. Compramos 2.000, todo el sector norte. Aprovechamos y en coordinación con Fedefútbol llevamos mantas de apoyo, instrumentos musicales y otros materiales festivos.

- ¿Cuáles medidas de seguridad y orden tomaron?

Estamos acostumbrados a tener actividades masivas, ya hay normas, nos organizamos por cuentas y por equipos. También hablamos de que sería feo que en tomas salieran insultando al árbitro o al rival, pero había flexibilidad, porque no estaban en horas de trabajo y apelamos a la lógica: no íbamos para el teatro, era un partido de fútbol, eso mueve pasiones. Pero también conocemos a nuestra gente y sabíamos que nadie iba a cometer una imprudencia, porque estaban atendiendo a una actividad donde la empresa me está invitando. Al final fue una fiesta, todo estaba coordinado.

- ¿Hubo algún problema?

Ninguno, la gente estaba muy agradecida. No hubo nada que lamentar, ingresamos muy bien, la salida fue ordenada ¡y en un jolgorio por el triunfo!

- ¿La iniciativa se aprovechó después?

Claro, la gente quedó motivada. Años después de esa actividad lo recordaban como el día anterior. Otras empresas grandes nos llamaban para conocer cómo manejar algo así. Todo resultó para bien.