Golfistas a revisión

Innovadores masajes incluyen sesiones con bolas de golf

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Aunque por lo general se califica como un deporte de bajo impacto y poco riesgo, el golf también hereda lesiones y dolencias que se pueden tratar y prevenir.

La creatividad y el conocimiento terapéutico se amalgaman en yunta para asegurar un mayor disfrute del deporte, sin embargo, ambos ingredientes quedarían anulados sin el cuidado y prevención del deportista.

Los problemas más comunes para un jugador de golf se relacionan con lesiones en rodillas, codos, hombros y espalda, según especificó Randoll Víquez, gerente general de la Asociación Deportiva de Aficionados al Golf (Anagolf).

Con él coincide Juan Pablo Ulloa, jugador de golf aficionado, quien asegura que también pueden doler las muñecas, la espalda baja y el cuello y “ bastante las rodillas”.

El calentamiento y la condición física pueden contribuir a disminuir el número y la gravedad de las lesiones, sin embargo un masaje también podría ayudarle a aliviar esos males.

Sobre la mesa

El masaje dependerá de los requerimientos del deportista, según la tensión muscular o si se trata de lesiones específicas, explica Luis Diego Sanabria, terapeuta de la Clínica de Fisioterapia y Rehabilitación Mercedes Norte.

Los masajes para deportistas, casi siempre, cumplen la función de descontracturantes y relajantes en la zonas musculares. También se pueden aplicar de forma preventiva para evitar recarga muscular, esguinces, tendinitis, desgarros, fatiga, acumulación de ácido láctico y dar mayor capacidad muscular, agrega el terapeuta.

Los problemas para los jugadores de golf también están asociados al sobrepeso y a deficiencias en la condición física que afectan principalmente las rodillas y generan desgaste de meniscos y problemas articulares por movimiento del swing (al tirar el cuerpo hacia un lado), afirma Silvia Brenes, fisioterapeuta de la Clínica Physioheald.

“En invierno, por ejemplo, como el zacate está flojo y resbaloso, los golfistas pueden esperimentar esguinces de tobillo. Esas son las más comunes”, dice Brenes.

Cuando el deportista se acerca con una lesión, se desarrolla con él un plan de entrenamiento a nivel muscular para fortalecer ciertas zonas y que esas lesiones sean menos recurrentes.

El objetivo debe ser disminuir el dolor, la inflación compresas frías y calientes. En algunas ocasiones se utilizan agentes físicos, entre ellos el ultrasonido o electroterapia, y si es necesario se colocan vendajes de colores (tipo k-tape ), agrega Brenes.

Los masajes se recomiendan cuando el deportista lleva un estilo de entrenamiento fuerte o muchos días jugando. La intención es prevenir la fatiga y el cansancio y ayudar a relajar la parte muscular. Tiene un duración aproximada de una hora.

La terapia (cuando hay lesión) tiene una duración de alrededor de una hora y quince minutos.

Con lupa

El golf se considera un deporte asimétrico con patrones únicos de lesión que invariablemente están ligados al nivel de habilidad.

Jugadores con un handicap alto, por ejemplo, suelen experimentar lesiones ocasionadas por la biomecánica del movimiento conocido como swing , mientras que en los de handicap bajo y los jugadores profesionales, las lesiones se presentan en su mayoría por sobreentrenamiento, según explicó Martha Solórzano, terapeuta física y gerente del Spa de Westin Playa Conchal, donde derarrollaron un masaje especial.

La lesión más conocida en los aficionados es el codo del tenista o epicondilitis medial en el lenguaje médico, sin embargo, también se presentan lesiones en el hombro del brazo no dominante, en la muñeca, columna lumbar y rodilla, dice Solórzano.

Se trata de un masaje terapéutico ejecutado por profesionales en terapia física. El masaje inicia boca abajo; se trabajan los miembros inferiores, luego la espalda y el cuello.

La terapeuta se apoya en bolas de golf, que podrán usarse calientes o frías según las necesidades del golfista. Se puntualiza así la presión en zonas que así lo requieran.

Masaje con bolas de golf

El masaje incluye estiramientos terapéuticos asistidos que buscan potenciar la flexibilidad del deportista.

El tratamiento terminará en posición boca arriba, con el trabajo de piernas, brazos y cuello.

Tiene una duración de 50 minutos.

Mas que la relajación del masaje, se pretende alcanzar la recuperación luego de la carga del juego y mejorar la condición para la siguiente ronda.

Las bolas de gol son utilizadas en lugar de los nudillos y codos del terapeuta para efectuar un trabajo de tejido profundo.

La terapeuta aprovecha las bolas para hacer presiones estáticas precisas que aumenten el umbral del dolor y brinden alivio mediante la liberación de endorfinas.

El masaje se enfoca ene l reforzamiento muscular, aumento de la estabilidad y de la amplitud articular y relajación.

Fuente: Spa de Westin Playa Conchal.