Helados artesanales logran mantener su porción de mercado pese a fuerte competencia

El precio y sabores únicos son su estrategia para competir

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El albaricoque es uno de los sabores más difíciles de conseguir en helado en el mercado costarricense y es una de las marcas distintivas de los Helados Díaz.

Fundada en 1948, esta empresa ha logrado mantenerse en el mercado frente al crecimiento de los gigantes Dos Pinos y Pops.

Arturo Cañas, gerente general, comentó que el proceso se ha ido industrializando, pero mantienen las fórmulas originales para que se sigan percibiendo como helados artesanales.

Además de este sabor único, la clave para competir está en el precio, pues es un producto más económico que el de las marcas dominantes.

Sin embargo, otros tres fabricantes enfatizaron que las líneas con mayor valor agregando y el sabor pesan por encima del precio para lograr posicionarse.

Al igual que Helados Díaz, los productores de las marcas Sensación y Malavassi mantienen su pequeño nicho de mercado vendiendo a través de pulperías y algunas cadenas de supermercados como Walmart y Gessa.

El 84,7% del mercado en Costa Rica está dominado por Dos Pinos, de acuerdo con datos de la consultora Euromonitor. Un 12,2% se divide entre Monteverde, Pops y Díaz, y el porcentaje restante, entre otros pequeños competidores locales.

Del 2008 al 2013, la venta retail de estos productos creció un 71,5% en el país.

El mayor consumo se presenta en helados de una porción, es decir, conos, cajitas o de palito, que representa el 56% de lo vendido.

De cara a los grandes

Arturo Cañas, de Helados Díaz, comentó que la empresa ha logrado crecer porque siempre ha habido mercado para todos, “siempre y cuando uno se sepa posicionar en un segmento donde podamos ir creciendo”.

Esta heladería cuenta hoy 25 franquicias en todo el país. La estrategia será seguir creciendo con esta modalidad en vez de pelear por mercados nuevos.

Helados Malavassi, fundado en 1985, también planea incursionar en el modelo de franquicias en el corto plazo.

Su gerente, Juan Malavassi, externó que su competencia directa no es ni Pops ni Dos Pinos, pues su área fuerte son los helados de palito.

Al igual que Díaz, también apuntan por sabores únicos que, en su caso, son los de natilla y los que tienen fruta en su interior.

“Todo este proceso es manual y da un valor agregado”, agregó Malavassi.

Aunque con un mercado pequeño y regionalizado, helados Sensación es otra de las pequeñas empresas heladeras que dan la batalla.

Creada en 1990 por Javier Blanco, este fabricante distribuye solo en heladerías y sodas.

Pese a su tamaño, han logrado industrializar su proceso y manejar una variedad de helados similar a la de Dos Pinos.

Blanco opinó que es difícil competir con empresas que tiene muchos años y que, además, acaparan el mercado con equipo y negociaciones comerciales.

A esto se suma la tendencia hacia supermercados de cadena y tiendas de conveniencia por encima de las pulperías, lo que hace más difícil para la pequeña y mediana empresa poder competir.

“Estas cadenas exigen sacrificios de precio, pago de espacios y otros que son difíciles para la pequeña empresa poder cumplir”, añadió Blanco.

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