La compañía estadounidense Intel con sede en Belén de Heredia inició con un proceso de reestructuración de sus operaciones que afecta a cerca de 100 de sus empleados.
Karla Blanco, directora de asuntos corporativos de la compañía en el país, explicó que los cambios responden a una modificación en sus operaciones de manufactura y no representan despidos.
"Es una reestructuración interna. No es un recorte porque se les está dando la oportunidad de aplicar a otras posiciones que están abiertas internamente", indicó Blanco.
Según la vocera la reestructuración busca modificar las operaciones de la empresa para adaptarlas a las necesidades del mercado, con el fin de mantener la eficiencia y brindarle al cliente final los productos que están demandando.
"Ellos entran en un proceso de reubicación. Dentro de ese proceso obviamente uno entiende que hay gente que prefiere tomar otro rumbo. A ellos Intel les dará la liquidación y un paquete de beneficios adicionales", agregó Blanco.