José María Figueres: "La salida de Intel debe tocarnos el orgullo y esforzarnos para cumplir tareas pendientes"

Exmandatario llamo la atención para crear una mejor política de empleo, crear nuevos focos de atracción de inversión y bajar el costo de la electricidad

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El expresidente de la República, José María Figueres, lamentó esta mañana la salida de la planta de manufactura de Intel, pero hizo un fuerte llamado de atención para que el país haga varias "tareas" pendientes en temas de competitividad, de tal forma que se pueda atraer nuevas empresas.

"Lo de Intel debe tocarnos el orgullo para hacer un esfuerzo, dejar de perder tiempo y hacer las tareas que necesitamos", señaló el mandatario en una videoconferencia brindada esta mañana desde Washington.

Figueres, quien fue el mandatario que trajo a Intel al país, en 1997, insistió en que "debemos poner las barbas en remojo", pues hay cosas que no se están haciendo bien o no se hacen de forma acelerada.

El expresidente reaccionó así ante el anuncio oficial que hizo este martes 8 de abril la corporación Intel de trasladar su planta de manufactura a Asia, con el consecuente despido de 1.500 empleados de aquí hasta final de año. La empresa mantendrá en el país su centro de servicios y de ingeniería.

Paralelamente, el mismo día, la firma Bank of America anunció el cierre de su centro de servicios en el país y el cese de sus casi 1.500 empleados.

Figueres puntualizó varias de estas tareas que a su criterio no se están realizando: Primero, hay que crear una buena política de empleo, pues recordó que el desempleo ronda ahora el 10% y que 90.000 jóvenes desempleados.

En segundo lugar, hay que atraer más inversión y crear nuevos conglomerados de atracción, por ejemplo, en el caso del turismo médico.

En tercer lugar, revisar el costo de la energía, pues en los últimos 6 años ha subido un 36% y eso golpea a las industrias. En cuarto lugar, mencionó el tema de la infraestructura.

En ese sentido, criticó las declaraciones brindadas hasta ahora por el actual gobierno y el gobierno entrante, pues en su criterio, no llegan al fondo del tema. No obstante, también criticó la labor de los diputados.

Señaló que el país lleva 10 años de perder grados de competitividad. "Dios quiera que no se convierta en una estampida", dijo en relación a los casos de estas dos empresas (Intel y Bank of America).

Figueres dijo que lamentaba la pérdida de 1.500 empleados (solo en el caso de Intel) altamente calificados, pero que no es un día para lamentarse, sino para reflexionar y empezar a actuar.

Recordó que durante su gobierno, la traída de la compañía no fue fácil, pues implicó al menos tres reuniones de alto nivel, 12 misiones, generar una alianza público-privada para generar las condiciones para atraerla. Además, un esfuerzo constante, que incluía una hora cada semana antes de la sesión de Consejo de Gobierno para analizar el caso.

El expresidente indicó que hay un antes y después de la llegada de Intel. Entre los elementos positivos que trajo la empresa resaltó: empleados altamente calificados, salarios por encima del sector privado, encadenamientos productivos, transferencias en conocimiento en tecnología y sectores ligados a la Internet. Además, recordó que la empresa se convirtió en el mayor exportador del país y en algunos años aportó cerca del 6% del PIB.

A nivel externo, la empresa potenció la marca país y trajo firmas de valor agregado.

"Nos costó mucho traer a Intel, pero valio la pena", reflexionó. "La cosecha fue buena", agregó.