“La lealtad debe ser en dos vías: tanto del empleado como de la empresa”

Nahúm de la Vega, profesor del Ipade, aseguró que trabajadores y empleadores deben entender el trabajo como un medio y la vida privada como un fin

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La falta de lealtad que se ha señalado a los millennials podría tener un corresponsable: las empresas que piden compromiso sin estar dispuestas a hacer lo mismo con sus colaboradores.

El consultor ejecutivo Nahúm de la Vega aseguró que las empresas deben involucrarse en forma distinta con sus colaboradores, de modo que puedan conseguir el equilibrio familia - trabajo y aún así crecer dentro de la organización y en su carrera.

“Es una cuestión de amor, definido como querer el bien de la otra persona: la empresa debe querer el bien de los empleados. El jefe debe querer el bien de la gente que está más cerca. Y el empleado debe querer el bien de la empresa, de sus jefes y de sus compañeros. Suena muy cursi, pero es querer el bien en ambos sentidos. Las empresas están cambiando hacia esto ahora”, aseguró.

De la Vega es profesor en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (Ipade Business School). Entre otros títulos, tiene un doctorado en Gobierno y Cultura de las Organizaciones y una maestría en Ciencias de la Familia, ambos de la Universidad de Navarra, España.

El profesor estuvo en Costa Rica para impartir sesiones a egresados del capítulo local de Ipade y EF conversó con él sobre los desafíos para lograr compromiso y a la vez impulsar el equilibrio familia - trabajo.

¿Cuál es su recomendación a las empresas que buscan un compromiso mayor de sus colaboradores, sobre todo los más jóvenes?

“Tiene que haber un sistema de querer el bien de la otra persona, pero también tiene que haber un valor muy desarrollado en las empresas de la solidaridad. En ese sentido, cuando se logra un ambiente donde el colaborador se siente apreciado por la empresa, el individuo está dispuesto a dar más, y la empresa también. Cuando la empresa crea este ambiente, el individuo siempre va más allá, porque se siente comprometido”.

Pero hay empresas con beneficios de primera línea que se siguen quejando por el poco apego de sus colaboradores con el negocio ¿qué pasa en estos casos?

“Sí, en algunas empresas los directores me han dicho “No tengo lealtad de mis empleados y les doy todo: les doy comedor, les doy un lugar para que hagan ejercicio, les doy transporte…” ¿Pero sabe dónde fallan? No les dan aprecio. El aprecio es hacer sentir importante a la persona”.

¿Cómo puede una empresa mostrar aprecio por sus colaboradores?

“Con el liderazgo. Tu jefe te tiene que decir: “te he encontrado estas fortalezas, quiero que te dediques más a estos proyectos, vas a capacitarte en esto porque tu potencial es para ser mejor que yo”. Los líderes son la clave, pero para ser ese tipo de líder se requiere una enorme autoestima e inteligencia emocional, que viene desde el dueño de la empresa y se va bajando poco a poco a todos los niveles”.

¿Cómo se logra esa comunicación de la “autoestima” o “inteligencia emocional” de la empresa?

“Con los valores. Se van incluyendo en el día a día. En una organización donde los valores se viven, no se hablan, los beneficios son de doble vía”.

¿Se refiere a los valores empresariales que acompañan a la misión y la visión de las empresas?

"Primero me refiero a valores como el amor, la caridad, la solidaridad, la justicia. Pero sí, también el marco de valores corporativos, que tiene que ser muy bien pensado. ¿Con qué valores te manejas en esta gran empresa? ¿El principal valor es la solidaridad, lo que te pasa a tí, me pasa a mí?

“La otra cuestión es en qué cree la gente, porque los valores son muchas veces un cuadro puesto en la entrada pero cuando se entra a la empresa no hay nada de eso. Entonces ¿de verdad son los valores del grupo? ¿la gente que trabaja aquí cree que de verdad la van a tratar con solidaridad? ¿la gente cree que la empresa entiende la importancia de su familia o de su vida fuera del trabajo? Porque eso es lo principal”.