¿Le dejó secuelas el calor?

La exposición inadecuada al sol puede ocasionar diversos malestares

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Pasaron los días libres, de reflexión o descanso, y usted volvió a su casa sin sentirse del todo bien. Preste atención a esos síntomas, porque un exceso de sol o calor podría tener consecuencias de diversos tipos sobre su salud.

El doctor Jorge Cortés, médico internista, presidente de Promed y director de la Clínica Bíblica,, comenta que “el organismo tiene una serie de mecanismos de control de la temperatura, normalmente en el cerebro (centro termogénico). Lo normal es que tengamos una temperatura corporal estable y que esta no varíe mucho o muy rápido. Entonces, cuando alguna de estas situaciones se da, nuestro organismo reacciona”.

El primer afectado es el sistema inmune, pues los anticuerpos se componen de proteínas que son sensibles al calor, y se pierden o inactivan, con lo que disminuye la resistencia general a las enfermedades.

Entonces, aumentan las posibilidades de desarrollar infecciones, pues el cuerpo con defensas bajas está expuesto a humedad en temperatura aumentada, lo que genera “el microclima indispensable y adecuado para cualquier contaminación”, explica Cortés.

También cuando a la salida de agua, la temperatura del organismo es superior a la de la entrada, se da la deshidratación, que en casos extremos da lugar a vómitos, diarreas, fiebre y otros.

Lo más evidente

La piel es el órgano cuyos daños resultan más evidentes; con un poco de calor adicional, se torna más sensible a diferentes tipos de problemas.

La dermatóloga Yolanda Cáceres señala que tomar mucho sol, recibir un exceso de sal en la piel –a causa del agua mezclada con la arena– e, incluso, las picaduras de mosquitos, pueden infectar diferentes capas de la piel, causando desde manchas y picazón hasta diferentes grados de ampollas y ulceraciones.

Esto incluye la piel sensible de los ojos, conocida como piel conjuntival.

El oftalmólogo Zlatko Piskulich Crespo, de Clínica Visualiza, asegura que en Semana Santa “se calcula que aumentan en un 20% las enfermedades de la vista, debido a una inadecuada exposición de los ojos al sol. Y, además, se calcula que unos 400.000 costarricenses padecen enfermedades en la vista por el sol”.

Si sus síntomas incluyen dolor de cabeza y problemas de visión, y, además, olvidó utilizar lentes oscuros de alta calidad, lo más probable es que requiera atención médica.

Para Cortés, el médico de familia es el profesional indicado a la hora de diagnosticar y tratar los males relacionados con el sol.

“Vaya, cuéntele de sus vacaciones y recuerde que prevenir es la mejor medicina”, dice.

Minientrevista: a Jorge Cortés, Director, Promed

Diferentes síntomas del exceso de sol

¿Cuáles son los síntomas que se pueden relacionar con exceso de exposición al sol?

Se puede hablar de varias lesiones. Sin duda, la más conocida es la quemadura de sol. Pero también está la deshidratación y pérdida de electrolitos por la sudoración, que presenta una serie de síntomas que van desde la confusión, comportamiento extraño, cansancio, visión borrosa, pérdida de la actividad, desmayos y, en casos extremos, puede provocar la muerte.

¿Cómo podemos deshidratarnos sin darnos cuenta?

Porque, por ejemplo, la gente se va a la playa y se pone a correr o a hacer deporte, aunque regularmente no hacen ejercicio. Además, lo hacen entre 9 a.m. y 10 a. m., cuando es la peor hora de sol, y después no reponen en forma adecuada. Imagínese que un maratonista, en promedio, experimenta un incremento de temperatura de 10ºC más de lo que está el sol en el ambiente. Además, el calor húmedo ayuda y apoya a transpiración.

¿Hay otros problemas de salud que se puedan relacionar con el sol o el calor?

Claro, el daño directo físico: se da una relación de quemadura directa, que provoca alteración de las proteínas que forman los anticuerpos. La keratitis solar es una lesión común, o los famosos fuegos, que son un tipo de virus oportunista, que se manifiesta cuando la gente se asolea mucho.

Vulnerables

Los cambios drásticos de clima afectan tanto las vías respiratorias como el estómago, los ojos, los riñones y la piel.

Los niños y las mujeres embarazadas son los más vulnerables a contraer este tipo de dolencias. Pero no se puede descartar que las infecciones, alergias, insolaciones y deshidrataciones afecten a cualquier persona.

En época de vacaciones, la otitis (inflamación e infección del oído externo) aumenta en un 30%. Este padecimiento se contagia en playas y piscinas, a través de bacterias que con el agua y el calor tienden a propagarse.

Los mismo sucede con las afecciones a la piel, las irritaciones y los hongos. Al pisar agua, arena o pisos contaminados con esos gérmenes es bastante probable que se adhieran a la piel.

Fuente El Comercio / GDA / Ecuador.