La incertidumbre política en vísperas de elecciones y los problemas económicos locales y globales siguen abrumando a los gerentes financieros (CFO) de las grandes empresas norteamericanas.
Según el más reciente estudio Deloitte CFO Signals, las expectativas de crecimiento, de ventas y de ingresos han bajado así como las perspectivas en cuanto a inversiones de capital y contrataciones.
Este estudio trimestral comprobó que el 40% de los CFO reportan un pesimismo creciente en este trimestre en cuanto a las perspectivas de sus compañías (un 20% más que el último trimestre).
Según los analistas, es evidente que estamos siendo testigos de un entorno muy difícil para los negocios, inclusive para las compañías más grandes y más exitosas en el mundo. Si se toman las condiciones económicas mundiales que ya son difíciles y se les agrega la incertidumbre que conlleva las elecciones y el declive fiscal en los Estados Unidos, es muy fácil predecir que las expectativas de los CFO van a ser muy conservadoras.
Al preguntar por el riesgo que consideraban más preocupante, la mayoría (casi un 60%) dijo que las condiciones económicas mundiales; un tercio de ellos señaló específicamente las condiciones europeas.
Muchos gerentes financieros están convencidos de que este malestar económico global ya ha impactado negativamente sus economías locales, con más de un 80% de CFO estadounidenses que dijeron que su economía doméstica estaba paralizada o a punto de paralizarse, y casi un 65% de los CFO canadienses y mexicanos avalaron el mismo sentimiento.
Los encuestados dicen considerar como los tres principales desafíos: el crecimiento de ingresos de mercados existentes (58%) la formulación de estrategias y/o la adaptación (41%) así como el talento (34%).