María del Mar Gómez Jiménez

Las Bordadoras le ha permitido a su fundadora salir adelante y ofrecer a 20 mujeres de la zona de Naranjo la posibilidad de ganarse la vida y seguir al cuidado de sus hijos

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Lo que para muchas mujeres de su edad era un pasatiempo o una labor escolar, para ella fue una herencia de su abuela, quien le transmitió el gusto por el bordado.

Muchos años después, y sin planearlo, a través del bordado logró mejorar su vida y la de otras mujeres quienes con ilusión hoy dan vida a Las Bordadoras, empresa que produce, inicialmente, almohadones y caminos de mesa, con diseños originales.

María del Mar Gómez no es diferente de muchas mujeres en este país. Sin empleo y con la responsabilidad de un niño, enfrentó como muchas un mercado contraído, con escasez de posibilidades laborales.

La distinguen, eso sí, su constancia y la claridad de que se puede salir adelante bordando.

“Siempre he bordado como para hacer algo y un día en la madrugada pensando en qué hacer de repente se me ocurrió que eso podría ser una solución: si el diseño y el acabado están bien es un producto que puede comercializarse”, recuerda.

Entonces se comunicó con una tía que vive en Naranjo y que colabora en una organización religiosa “y le pedí que me consiguiera al menos unas 15 señoras que tuvieran ganas y necesitaran trabajo, con la idea de enseñarlas a bordar y probar cómo podía funcionar el negocio”, cuenta Gómez.

Tras capacitar a 70 mujeres e iniciar la producción, el primer esfuerzo no resultó como esperaba. Ante esto, Gómez buscó ayuda del programa de Mejora Artesanal que ejecuta el Ministerio de Economía junto a otras empresas y finalmente la refirieron al Instituto Costarricense de Turismo, donde participó de un curso de diseño tico.

“Fue un curso de seis meses donde todos los que participamos teníamos mucha facilidad para hacer nuestro producto, pero también éramos ignorantes en comercialización y en otros aspectos. Fue así como tras investigar y a lo largo de esos seis meses de curso diseñé la serie La luna sobre Sarchí , nuestra primera colección de almohadones de distintos tamaños, más un camino de mesa”, agregó.

Tras la graduación del curso, volvió a convocar a todas las que pudo del grupo de mujeres capacitadas, para trabajar en las piezas de la primera colección, con el fin de presentarla en la feria de artesanía El gustico costarricense , que se realizó en la Casa del Cuño de la Antigua Aduana. A la actividad llevaron 70 piezas, las vendieron todas y fueron el enganche con las dos primeras tiendas donde iniciarían la comercialización del producto.

Ante la solicitud de la tienda Simán participaron en la Feria Arteca (Arte Centroamericano) y se pusieron a prueba sacando seis semanas de producción en menos de dos. Después de lanzar la primera colección con cinco diseños en siete distintos producto. Ya viene en camino la segunda colección que incluirá línea de mesa, con individuales, servilletas y manteles.

En detalle

Formación: Maestría el literatura del siglo XX y bachillerato en Educación.

Fecha de nacimiento: 15 de mayo de 1977

Trayectoria profesional: Docente en Blue Valley, subgerente de una sucursal de la Librería Internacional, editora y escritora free lance.