México invierte en el poder del sol y avanza en la generación de energía limpia

Reforma energética aprobada en 2013 puso fin a monopolio de 76 años en ese país, ahora las empresas privadas desarrollan parques para generar energía a partir de fuentes naturales

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Con sus interminables dunas y cactus, el silencioso desierto del norteño estado mexicano de Coahuila parece ser igual a cualquier otro, salvo porque alberga al parque de energía solar más grande de América Latina.

El lugar fue elegido por la compañía italiana Enel para instalar 2,3 millones de paneles solares que se prevé generen energía suficiente para 1,3 millones de hogares en México a partir de la segunda mitad del año.

En esa zona silenciosa, los paneles solares azules -que abarcan un área equivalente a 2.200 campos de fútbol- se mueven lentamente siguiendo al sol como si fueran girasoles. A lo lejos, parecen un océano en medio del desierto.

Pero son una muestra de la meta que tiene México para que 35% de la electricidad se genere mediante energías limpias como la solar o la eólica para 2024.

Ese objetivo es posible gracias a la reforma energética de 2013, que acabó con 76 años de monopolio estatal en el sector. También abrió a la iniciativa privada la generación y suministro de electricidad y acabó con el monopolio de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Esa parte de la reforma a veces pasa casi inadvertida para los mexicanos, aunque ha generado entusiasmo entre empresas.

“Estamos muy satisfechos con el ambiente y con las oportunidades en México", señaló Antonio Cammisecra, director de la división global de Energías Renovables de Enel.

“Después de la reforma, vemos mejores condiciones de mercado y posibilidades para una compañía como la nuestra", agregó.

Aunque el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó duramente en campaña la apertura energética, analistas dudan que vaya a interrumpir el arribo de inversiones.

El objetivo de generación de energías limpias es alcanzable también porque los costos de la tecnología solar han disminuido considerablemente.

Según la Agencia Internacional de Energías Renovables, una organización intergubernamental que promueve las energías limpias, el costo de la manufactura de paneles solares se ha desplomado dramáticamente en la última década “haciéndolos no solo asequibles sino también como la forma más barata de producir electricidad".

“La energía solar fotovoltaica es la que ha tenido más crecimiento a nivel mundial. Eso tiene un impulso en los innovadores de tecnología", apuntó Arturo García, experto de la consultora Deloitte.

La industria de energía solar en México también ha tomado nota de ello.

“Antes de la reforma era un asunto ambiental", indicó por su parte Víctor Ramírez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Energía Solar, un organismo que agrupa a varias empresas del sector en México.

“Hoy no solamente es un asunto ambiental, sino económico. Si está saliendo más barato tener energía a partir de fuentes solares, la inversión se va a ir hacia allá", comentó.

Por eso, el interés de una compañía como Enel: además del parque solar en el desierto en el que invirtió $650 millones, tiene otro en el central estado de Guanajuato. Construye también un parque eólico en Coahuila y otro en Tamaulipas.

Apenas en mayo la empresa se comprometió a invertir $97 millones más para expandir sus instalaciones.

Más inversiones

Otras compañías apuestan por la energía del sol. La holandesa Alten construye un parque solar en Aguascalientes mientras que la española Iberdrola construye instalaciones similares en Sonora y San Luis Potosí.

Atlas Renewable Energy, respaldada por el fondo de capital británico Actis, recién adquirió el proyecto Guajiro, en Hidalgo, que se espera produzca energía para cerca de 120.000 hogares al año.

“México tiene un recurso solar de talla mundial, de características muy buenas, sobre todo en la parte desde el centro hasta el norte del territorio", aseveró Camilo Serrano, gerente general de la empresa en el país.

Para impulsar este tipo de energía, la reforma estableció subastas eléctricas, un mecanismo en el que las empresas privadas compran y venden energía a partir de fuentes limpias, y que han dejado una inversión estimada de $8.600 millones, según cifras oficiales.

“El potencial está completamente probado e identificado y el apetito de los inversionistas está evidenciado en las subastas", advirtió Serrano, de Atlas Energy.

El ministro de Energía mexicano, Pedro Joaquín, dijo en abril que tras esas subastas se construirán en total 40 instalaciones solares y 25 eólicas.

Agregó que en 2015 había nueve parques solares y que para 2021 se espera llegar a 68 instalaciones.

A la fecha, se han realizado tres subastas, en las que se ha observado una disminución en los costos de generación de energía eléctrica, lo que las hace una inversión más viable.

El costo de la producción de energía bajó de $50 por megawatt a $20 en la tercera subasta.

Con esas cifras, el gobierno asegura que México es una de las 10 naciones con mayor inversión limpia en el mundo. Confía en mantener la tendencia con la próxima subasta que se realizará en noviembre de este año.