Millonarios atizan la polémica en el paraíso

El fundador de eBay, Pierre Omidyar, desea construir una productora de lácteos en la isla de Kauai, pero los residentes y hoteleros se oponen por la posibilidad de malos olores, moscas y contaminación

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Si Pierre Omidyar se sale con la suya, unas 699 vacas disfrutarán muy pronto de una vista esplendorosa del océano Pacífico, enmarcada por una prístina playa.

Omidyar, el fundador de eBay, desea construir una productora de lácteos en la isla de Kauai.

Es uno de los muchos multimillonarios de la tecnología apostados en Hawái, que se encuentra a solo cinco horas en avión desde Silicon Valley.

Algunos otros son Larry Ellison, cofundador de Oracle, quien compró casi toda la isla de Lanai y la convirtió en un centro turístico (le invirtió millones, pero frustró a muchos de los residentes de la isla pues los alquileres se dispararon); y Mark Zuckerberg, a quien llamaron “neocolonialista”, luego de que demandó a algunos residentes por unos terrenos que había comprado frente a la playa (al final retiró la demanda).

El objetivo de la granja, que curiosamente se encuentra en terrenos propiedad de la familia de Steve Case, otro multimillonario de la tecnología, es reducir la dependencia que tiene la isla de la leche importada, a la vez que utilizará prácticas agrícolas sustentables (aunque la productora de lácteos deberá importar los piensos de sus animales).

Algunos residentes ya objetaron la decisión. Ellos y los dueños de los grandes complejos turísticos que bordean las famosas playas de la isla, a poco más de kilómetro y medio del terreno para la granja, están trabajando para bloquear el proyecto.

“Nos preocupan los olores y las moscas que se deriven de la granja”, comentó Lisa Munger, abogada que representa al Grand Hyatt Kauai Resort & Spa, el cual interpuso exitosamente una demanda para exigir a la productora la realización de una evaluación de impacto medioambiental. “Cada vaca lechera produce 41 kilos de estiércol a diario, así que ya sea que haya 699 o 2.000 vacas, sería demasiado estiércol”.

Olores irritantes

Munger explicó que pueden llegar moscas picadoras al Grand Hyatt junto con “olores lácteos irritantes”.

Quienes se oponen a la construcción de la productora de lácteos en Hawái han puesto en sus autos calcomanías en las que se lee “Cero caca de vaca en Maha’ulepu”, que es como se conoce a la zona de la isla donde se pretende construir.

Esta frase resume su preocupación: que los desperdicios de los animales contaminen el agua potable o las playas y que ocasionen olores desagradables.

“Estamos a favor de la agricultura local pero, ¿para qué poner una productora de leche ahí?”, señaló Bridget Hammerquist, abogada y presidenta de Amigos de Maha’ulepu, una organización sin fines de lucro que nació con el propósito de luchar contra la granja de lácteos.

“Es una gran amenaza para la fuente principal de ingresos de Kauai, el turismo, para el medioambiente y para nuestra calidad de vida”, agregó.

Hasta el momento, los tribunales han estado de parte de quienes se oponen a la productora de lácteos.

En un caso llevado a los tribunales por el grupo Amigos, el cual alega que la productora violaría la ley federal de agua limpia, un juez determinó que había infringido la ley al no obtener los permisos necesarios para la construcción que ya se había realizado en el lugar.

Otra de las demandas, interpuesta por los dueños del Grand Hyatt, señala que la granja productora tendría un efecto negativo en los negocios y complejos turísticos de la costa.

Este año, el juez Randal G. B. Valenciano revocó todos los permisos otorgados a Hawaii Dairy Farms y ordenó que llevara a cabo una evaluación del impacto medioambiental antes de continuar con sus trabajos.

Amy Hennessey, directora de comunicación en la Iniciativa Ulupono, la oficina de inversiones de Omidyar en Hawái, afirmó que dichas decisiones eran un obstáculo para la agricultura hawaiana y la seguridad alimentaria, que ha sido una preocupación del gobernador David Y. Ige.

Las importaciones de Hawái constituyen cerca del 90 % de su suministro de alimentos y el gobernador Ige ha prometido duplicar la producción alimentaria del estado para 2020.

“Hemos pasado de ser una economía que producía caña de azúcar y piña, y que tenía una gran industria agrícola, a ser una economía basada primordialmente en el turismo y el desarrollo de bienes inmobiliarios”, comentó Hennessy. “Todos estos intereses compiten por los mismos recursos y oportunidades y, si no tenemos cuidado, la agricultura perderá terreno y Hawái se encontrará desprotegido”, agregó.

¿Por qué 699 vacas?

Los residentes señalan que uno de los pozos de agua potable que abastecen a los barrios de Poipu y Koloa se encuentra a unos 210 metros del lugar donde las vacas pastarían, mientras que otros están a unos 360 metros.

Los representantes de la granja de lácteos arguyen que el suelo del lugar puede absorber y filtrar el estiércol producido por aproximadamente 699 vacas lecheras.

El número de vacas que se eligió tiene una razón: si los planes de la granja productora de leche incluyeran una vaca más, y se llegara a las 700, correspondería entonces con la definición de la Agencia de Protección Ambiental de “operación de alimentación de animales de alta concentración”.

Dicha designación establece la necesidad de contar con un permiso otorgado por el Sistema de Eliminación de Descargas Contaminantes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés). Puesto que la granja puso el límite de 699 vacas, para ahorrarse la necesidad de contar con dicho permiso, se podía describir originalmente como empresa de “cero descargas”.

Con el tiempo, la granja planea tener hasta 2.000 vacas en la propiedad.

Dada la cercanía de Hawái con Silicon Valley, no sorprende el hecho de que el lugar haya atraído a muchos de los nuevos multimillonarios de Estados Unidos. Al igual que el resto de la gente, aprecian la belleza natural del estado y su actitud despreocupada hacia la fama y la fortuna, en general.

Además, es más fácil moverse en barco o helicóptero, con lo que evitan el acecho de los paparazzi . Marc Benioff, Paul Allen y Michael Dell, cuyo escondite de 1.718 metros cuadrados es conocido como la Residencia Raptor, viven en este lugar.

Según consta, Ellison gastó unos $450 millones en renovar un complejo turístico en Lanai, una de las islas más pequeñas de las ocho que conforman el archipiélago hawaiano.

De acuerdo con Bloomberg, dicho complejo cuenta con la habitación más costosa del mundo: $21.000 por noche. Ellison está gastando un poco más en la renovación de otro complejo turístico.

Puesto que estas mejoras han disparado los costos de alquiler y han desplazado a algunos residentes (solo unas 3.200 personas viven ahí de forma permanente), Ellison también ha corrido con los gastos de un nuevo sistema de filtración de agua para la isla, una piscina pública y un cine.

Tierra de reyes

Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, son los más recientes titanes de la tecnología en establecer un punto de apoyo aquí, al adquirir 700 acres en Kauai por $100 millones.

En enero, luego de las protestas públicas, retiraron ocho demandas en contra de decenas de personas que tenían derechos sobre fracciones de tierra dentro de su propiedad que databan de mediados del siglo XIX.

Las demandas tocaron una fibra sensible de las personas nativas relacionada con la tierra que pertenecía originalmente a reyes hawaianos. Zuckerberg y Chan declararon en una misiva, publicada en el diario local, no estar al tanto de algunos de los problemas relacionados con dichas fracciones de tierra y prometieron informarse al respecto.

La familia Omidyar ha vivido en Honolulú casi de tiempo completo desde mediados de la década de los años 2000, y este caso no es el primer roce del multimillonario de eBay con la comunidad de Kauai.

En una ocasión anterior, planeó abrir un complejo turístico en la costa norte de la isla en una propiedad que albergaba al Club Med.

Tuvo que desistir luego de que casi una décima parte de la población de la isla firmara una petición en contra de la realización del proyecto, con el argumento de que su impacto en el medioambiente sería perjudicial.

Omidyar vivió en Hawái dos años durante su adolescencia y su esposa Pam asistió a la Escuela ‘Iolani en Honolulú. Hoy mantiene un bajo perfil. La pareja tiene un equipo de seguridad privada en el que hay oficiales que trabajaron en el Servicio Secreto y el Departamento de Estado, además de contar con un avión listo a todas horas en el aeropuerto de Honolulú, de manera que la familia pueda escapar de un desastre natural con rapidez.