“El estrógeno protege contra los efectos perjudiciales del estrés crónico”. Es la conclusión a la que llega un estudio de la Universidad de Buffalo, que se publicó en la revista Molecular Psychiatry.
Liderados por Zhen Yan, los investigadores sometieron repetidamente a un grupo de ratas machos y hembras a factores de estrés. Estas vivían experiencias difíciles y estresantes, pero no peligrosas por el transcurso de una semana.
Contrario a los machos, las hembras no mostraron deterioro en su capacidad de recordar y de reconocer los objetos que habían sido mostrados previamente.
"Estudios previos han encontrado que las mujeres son más resistentes al estrés crónico y ahora nuestra investigación ha encontrado la razón”, dijo Yan en un comunicado.
Aparentemente, el estrés afecta la transmisión glutamatérgica y la expresión de los receptores de glutamato en las neuronas piramidales de la corteza prefrontal, que es la región del cerebro que controla la memoria de trabajo, la atención, la toma de decisiones, la emoción y otros procesos ejecutivos de alto nivel.
Para reforzar la hipótesis, los investigadores manipularon la cantidad de estrógeno producida en el cerebro de las ratas.
"Cuando se bloqueó el estrógeno en el cerebro de las hembras, el estrés mostró efectos perjudiciales en ellas; y cuando se activó el estrógeno en los machos, se bloquearon los efectos perjudiciales del estrés”, aseguró la investigadora.
En su opinión, si pudieran encontrar compuestos similares al estrógeno que pudieran ser administrados sin causar efectos secundarios hormonales, ese podría ser un tratamiento muy eficaz para los problemas relacionados con el estrés en los hombres.