Según los fabricantes y vendedores de artesanías costarricenses, sus ingresos no han sufrido grandes cambios durante los últimos años: no presentan grandes ganancias ni tampoco pérdidas.
Los empresarios son conscientes de que este negocio posee una temporada alta, que se da en el verano, y una baja, en invierno; no obstante, los números durante esas épocas parecen no tener grandes variaciones con el paso del tiempo.
Esta situación ocurre, a pesar de un aumento en la cantidad de comercios que venden artículos con identidad nacional y de la poca diversidad de productos que se ofrecen en esos lugares, esto según un sondeo realizado por EF entre comerciantes josefinos y productores nacionales.
Nora Sequeira, administradora de la tienda Adolfo, ubicada en el Mercado Central de San José, explicó que durante el 2014 las ventas se mantuvieron similares a otros años, a pesar de una mayor visitación de extranjeros al establecimiento.
“Ha habido mucho turismo, sin embargo, no es para ver un aumento en la ventas. Además, es mucha la competencia, demasiada, tanto que había negocios aquí en el mercado que el año pasado vendían souvenirs y han cambiado de líneas, han hecho cafeterías o sodas”, agregó.
Por su parte, en La Casona en San José –uno de los lugares más populares para la compra de artesanía de la capital y que cerrará sus puertas próximamente tras su venta– los vendedores coinciden en que la competencia aumentó significativamente.
Patricia Monge, dueña de Artesanías La Iguana, mencionó que hace 10 años el negocio pasó un buen momento al presentar grandes ganancias pero la dinámica comenzó a cambiar con la apertura de más tiendas en diferentes partes de San José.
“En esos tiempos se vendía más pero como ahora la demanda está repartida en tantas tiendas, entonces se baja un poco la venta. Pero siempre nos mantenemos, ahí vamos saliendo”, señaló.
En el caso del establecimiento Souvenir Ero, también ubicado en La Casona, las ventas que reportan son positivas pero consideran que su éxito se basa en la diversificación de su catálogo de productos.
“El lograr subsistir se logra al traer cosas nuevas. Yo logro que las personas vengan por ofrecer productos diferentes porque en la mayoría de tiendas tienen los mismo. Eso sí, no se deja de ofrecer lo tradicional”, detalló Verónica Herrera, representante del establecimiento.
La situación es percibida de manera similar por los fabricantes de las artesanías que en su mayoría son hechas a base de madera, cuero y cerámica.
Rosa Mora, presidenta de la Asociación Nacional de Artesanos Costa Rica Creativa de Santa Ana y artesana desde hace 40 años, mencionó que en los pedidos realizados por los establecimientos se observa como el negocio mantiene un ritmo similar: las cantidades de artículos solicitados siguen siendo parecidas.
Esta asociación nació hace 20 años y está integrada por 139 artesanos que pertenecen a diversas zonas del territorio nacional.
Expectativas positivas
A pesar de que los ingresos se han mantenido parecidos durante los últimos años, tanto vendedores como fabricantes, ven con optimismo el 2015 y esperan tener cifras más que rentables.
La presidenta de la asociación mencionó que los artesanos esperan que las ventas aumenten gracias a que diversos hoteles los han invitado a sus instalaciones para que establezcan momentáneamente mercados artesanales.
“Para febrero, tenemos cinco actividades en varios lugares; eso nos ayuda mucho”, agregó.
Juan José López, quien labora en el local 22 del Mercado Calle Nacional de Artesanía y Pintura de San José, manifestó que esperan que este año se incrementen la cantidad de ventas gracias a la visita de más turistas.
“El año pasado nos golpeó más; el Mundial afectó porque todos se quedaban en sus países o viajaban a Brasil. Igualmente tratamos de ganar clientes al vender más barato que en otros lugares”, destacó.