Corea se presentó en la XXVII edición de la Semana Internacional del Café (Sintercafé) como un mercado potencial y en crecimiento para cafés finos; sin embargo, Yunson Lee, de la tostadora coreana Terarosa Coffee, asegura que la imagen del grano costarricense está desgastada.
- ¿Dónde ve usted la mayor oportunidad para el café de Costa Rica, en el mercado coreano?
Es en el área de "specialty coffee", porque en nuestro mercado el café de Costa Rica es percibido como café caro, y en vista de que actualmente no es posible reducir los costos de producción, creo que es mejor alcanzar la categoría de "specialty".
- ¿Cree que la iniciativa de certificación presentada por el ICAFE sea bien recibida en su mercado?
En realidad no, en Corea las certificaciones no tienen éxito. Creemos en la calidad y toda nuestra regulación apunta a medir la calidad. La certificación puede ayudar, pero para la mayoría de los tostadores lo importante es que el café tenga alto nivel de calidad.
- ¿Y cómo miden la calidad?
Directamente con el café. El asunto es que Costa Rica siempre ha producido buen café, pero antes no tenía competencia en Centroamérica. Ahora están surgiendo nuevos productores, en Guatemala, en Honduras y Panamá. Entonces cada uno tiene que sobrevivir en la sección de "specialty". Se que algunos productores costarricenses están muy orgullosos de su café, pero hay que ver el mundo, porque para nosotros como compradores no hay diferencias entre el café de Costa Rica y otros cafés, sólo el precio.
- ¿Cuál es la vía para cambiar esto?
Marketing específico, que nos de las herramientas para convencer a los consumidores finales: a veces necesitamos una historia, a veces los temas de calidad, a veces otras cosas. Nuestra percepción es que el café de Costa Rica se ha quedado en el mismo nivel por mucho tiempo, sin cambios. Y así pierde atractivo como "specialty coffee".