Paulo Vargas

Gluten Free Factory produce unos 5.000 paquetes al mes de mezclas para repostería sin gluten.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

En un pequeño cuarto del Centro de Incubación de Empresas (Cietec) se gesta la producción de Gluten Free Factory, mezclas para alimentos destinadas a ser una de las pocas alternativas con las que cuentan las personas celiacas o intolerantes a la proteína del gluten.

La enfermedad celíaca es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada y centeno, lo que imposibilita a quien la padece de consumir la mayoría de las harinas.

Paulo Vargas escuchó por primera vez de esta enfermedad cuando estaba al final de su carrera de ingeniería de alimentos en la Universidad de Costa Rica (UCR).

No es celíaco ni tiene familiares que lo sean, pero le llamó tanto la atención el padecimiento que se puso en contacto con personas celiacas para entender la condición.

“Me decían que lo poco que había sin gluten en el mercado sabía feo y seco”.

Junto con un equipo de dos compañeros, Vargas dedicó sus estudios finales a desarrollar alternativas de alimentos de mejor sabor para esta población.

En el 2008 ganaron el Concurso Nacional de Emprededores del Instituto Tecnológico de Costa Rica, con lo cual lograron tener el actual espacio para producir en el Cietec y el financiamiento inicial.

Sin embargo, del proyecto a la realidad hubo más de 100 formulaciones de mezcla antes de dar con la idónea que permitiera un producto suave y esponjoso.

Finalmente, en el 2012, salieron al mercado mezclas para hornear pan, pizza , brownies y panqueques, a base de harinas libres de gluten.

Las personas compran el paquete, agregan agua o leche y cocinan al horno.

Aunque no existe una certificación en el país que garantice que son productos libres de esta proteína, Vargas indicó que basta con fijarse en los ingredientes, donde se indica que tiene menos de 10 miligramos de gluten por kilo (estándar internacional).

Rumbo al exterior

Con poco menos de dos años de haber salido al mercado, actualmente están produciendo 5.000 paquetes de mezclas al mes, aunque tienen capacidad para llegar hasta 18.000.

Están disponibles en las principales cadenas de supermercados y en varios hoteles y restaurantes.

La siguiente meta para Vargas es exportar a Centroamérica, que espera llevar a cabo en el primer semestre del 2014.

Además, para el 2015, quiere vender producto listo, pero para ello requieren trasladarse de lugar, cambiar maquinaria y contratar más personal; hoy en día solo emplea siete personas.

“Hemos tenido muchos asesores para saber manejar el crecimiento exponencial que hemos tenido en tan poco tiempo. Si nos planteamos objetivos, es más fácil de manejar”, externó Vargas.

Este empresario de 29 años afirmó que el proceso le ha dado mucha madurez y le ha abierto su incipiente visión empresarial.

Edad: 29 años

Currículum: Se graduó como ingeniero de alimentos de la Universidad de Costa Rica en 2008. Inmediatamente después, fundó la empresa.

Puesto: Fundador y gerente general de Gluten Free Factory. Se encarga de la parte administrativa, aunque también participa de la producción.