Ponerle demasiada atención a un tema puede convertirse en una distracción

Quienes tuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria fueron los que dijeron que estaban adivinando a ciegas

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En algunas ocasiones, prestar demasiada atención y esfuerzo en una tarea puede distraer y afectar el desempeño, determinó un estudio de la UCSB en California.

De acuerdo con los investigadores, existen dos tipos de memoria a largo plazo: la implícita --- que no requiere pensamiento consciente y que se expresa por medios distintos de las palabras--- y la explícita ---que se forma conscientemente y que se puede describir con palabras---.

La corteza prefrontal del cerebro es la que da soporte a ambos tipos de memoria. Esta región, la más nueva en términos evolutivos, es responsable de la planificación, la función ejecutiva y la memoria de trabajo.

"Muchas personas piensan que la razón por la que somos humanos es porque tenemos la corteza prefrontal más avanzada", dijo en el sitio de la UCSB el autor principal del estudio, Taraz Lee, cuyo estudio indagó si los procesos de control de atención asociados con la memoria explícita podían interferir directamente con la memoria implícita.

Para lograrlo, utilizó estimulación magnética transcraneal (TMS) para interrumpir temporalmente la función de una dos partes diferentes de la corteza prefrontal. Esto con el fin de obtener una prueba causal directa de si los procesos de memoria explícita ejercían control sobre los recursos sensoriales y, con ello, perjudicaban indirectamente los procesos de memoria implícita.

En este caso, los participantes procesaron información visual: debían ver una serie de imágenes caleidoscópicas durante un minuto, y luego de una pausa de un minuto, realizar pruebas de memoria donde debían distinguir, entre dos imágenes caleidoscópicas diferentes, cuáles habían visto previamente.

Cuando los investigadores interrumpieron la parte dorsolateral del cerebro, las personas recordaron mejor las imágenes que cuando interrumpieron la parte ventral: “pasaron de decir que podían recordar un montón de detalles acerca de la imagen a decir que estaban vagamente familiarizados con ella”.

"Quienes tuvieron mejores resultados fueron los que dijeron que estaban adivinando a ciegas", explicó el investigador.

Por eso, añade, prestar atención a veces puede ser una distracción y afectar el rendimiento de la memoria.

Esto lo ha visto también en deportes como el golf, donde golfistas que tienen la ventaja en el hoyo 18 se desmoronan cuando todo el juego se reduce a un simple tiro, afirmó Lee.

En su opinión, en lugar de intentar entender cómo la corteza prefrontal ayuda y explica cómo funciona el cerebro y cómo actuamos, sería importante entender “las formas en las cuales la actividad en esta parte del cerebro nos dañan”; y en eso, precisamente, se centrarán sus próximas investigaciones.