Producción de vinos de frutas de Costa Rica busca su lugar en competido mercado

Productores apuestan por una bebida de bajo precio

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Víctor Mora Vargas no tenía ni idea del proceso de fabricación del vino. De hecho, ni siquiera lo consumía. Sin embargo, un giro en su vida laboral lo llevó a abrir la empresa Vinos Don Julián.

En 1996, Mora Vargas, ingeniero agrónomo de profesión, renunció a su empleo y se dedicó a sembrar mora para exportar, pero no logró realizar los envíos.

Para no perder la siembra, comenzó a averiguar qué hacer y ya en el 2000 estaba produciendo las primeras 2.000 botellas de su vino de mora.

Entre el 2008 y el 2011, produjo alrededor de 30.000 botellas.

Vinos Don Julián es una de las empresas que pertenecen a una pequeña industria nacional que fabrica licores de frutas.

En un país donde la importación de vinos chilenos, españoles, franceses e italianos creció un 36,8% del 2010 al 2013, estas variedades de licor tratan de hallar su espacio en la mesa del tico.

Mora Vargas comentó que luego de tener años de bonanza, ahora se encuentra tratando de vender la producción de la cosecha pasada; hasta que logre sacar estas botellas, no podrá sembrar.

“Si no siembro pronto, para el 2016 no voy a tener vino. El problema es que los bancos no me prestan”, externó Mora Vargas.

Esta empresa comercializa cuatro variedades del licor: níspero, dos tipos de mora y mixto de frutas tropicales.

Originalmente debe llamarse vino solo al que proviene de la uva, pero estos licores frutales suelen catalogarse como vinos por el proceso de fermentación al que son sometidos.

El proceso de producción de Vinos Don Julián se mantiene artesanal y produce la mora bajo estándares orgánicos, lo que Mora Vargas considera que le da un valor agregado.

Vinos Saprissa es otra de las productoras que dan la batalla desde los años 70.

Su gerente, Daniel Mora Saprissa, informó que hoy producen vinos de mora, nance, marañón, piña, pasas, cereza y naranja bajo las marcas San Pedrano, Zeus, Pascuas de Belén y Torero.

Por el tiempo que tienen de estar en el mercado, han logrado industrializar el proceso.

Sin embargo, el posicionamiento no es fácil. Hace cuatro años hicieron cambios en los canales de distribución y decidieron vender directamente y no a través de intermediarios.

“Nos ha costado la venta bajo este esquema, pero ya estamos aprendiendo y consideramos que fue una buena y necesaria decisión”, manifestó Mora Saprissa.

Mercado de precio

Pronósticos de Euromonitor indican que el consumo de vino en Latinoamérica crecerá un 10% anual para el periodo 2012 al 2017.

Además de estas dos empresas, en el mercado también están las productoras Vicosa (marcas Teber y La Casa), El Espavey y Grupo Monserrat (marca Fiesta).

La mayoría de las variedades apuestan por precios que no superan los ¢2.000 y se venden en licoreras y algunos supermercados.

Mora Saprissa comentó que la clave está en el precio, pues la trayectoria de los vinos de uva internacionales no se compara con el producto local.

“Producimos buenos vinos, pero apostamos al bajo costo; es un producto popular”, opinó Mora Saprissa.

Los precios bajos no son fáciles de lograr, pues a nivel de impuestos se les considera igual que un vino extranjero de amplia trayectoria y que pertenecen a empresas mucho más grandes.

Mora Saprissa explicó que el tributo se basa en la cantidad de alcohol que contiene la bebida

“Si un vino chileno tiene 8% de alcohol y el nuestro también, y pagamos lo mismo de impuestos”, comentó el gerente.