Responsabilidad Social es más que solo filantropía, marketing y donaciones

Empresas deben mirar primero a lo interno al diseñar sus tácticas

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Si una empresa piensa que la filantropía, el marketing social y las donaciones caritativas son suficientes para llamarse socialmente responsable, aún le falta mucho camino por recorrer para hacer de la sostenibilidad un componente más de su gestión.

Esa fue una de las principales conclusiones expuestas por Luis Mastroeni, director de relaciones corporativas de la empresa costarricense Purdy Motor, en la charla que brindó este miércoles a los lectores de EF como parte del programa Desayunos Financiero, llevada acabo en el auditorio Manuel Jiménez de Grupo Nación.

De acuerdo con Mastroeni, aunque la filantropía es uno de los primeros pasos hacia la sostenibilidad y la Responsabilidad Social (RS), se queda corta si el negocio quiere hacer que la estrategia forme parte de su ADN.

En la charla, el director de la empresa perteneciente a Grupo Toyota explicó que para su representada el proceso tardó cinco años en aplicarse, pues requiere del esfuerzo y compromiso de las gerencias, junta directiva y personal de la organización.

En Purdy Motor se han trabajado los ejes económico (mejora de rentabilidad), social (condiciones de colaboradores, proveedores socialmente responsables) y ambiental (estrategias de carbono, vehículos híbridos).

Además, la empresa recicla 53.000 Kg de materiales, procesa unos 108.000 litros de aceite al año y ejecuta alianzas público-privadas con entidades como el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).

Para Mastroeni, antes de fijarse en qué hacer fuera de la compañía, los negocios tienen que ver hacia adentro e identificar las necesidades sociales, económicoas y culturales de sus colaboradores. Esto motivará al personal, mejorará la productividad y hará más fácil el proceso de sensibilización en torno a la estrategia de sostenibilidad.

Con el fin de ser congruente con lo anterior, la empresa se integró a una iniciativa de Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED) llamada Alianza de Empresas sin Pobreza Extrema.

El listado de empresas que aplican este tipo de programas abarca desde manufacturas, servicios, sector financiero, comercio, cadenas de restaurantes, equipos de fútbol, hasta compañías agrícolas y de turismo.

En el caso de Purdy Motor, el año pasado se identificó a 17 familias en condición de vulnerabilidad. Detectó que algunos colaboradores requieren ayuda en el manejo de sus finanzas familiares y culminar la educación secundaria. Para ambos temas, desarrollará este año, talleres de educación financiera y continuarán con el Purdy Cole en asocio con el Ministerio de Educación (MEP).

Esta charla forma parte de una serie de actividades organizadas por EF en celebración del mes del ambiente. De hecho, a principios de mes, se publicó la revista Negocio verde, ganancia madura, dedicada a la ecoeficiencia.

En la publicación se destaca el caso de Purdy Motor al lado de otros ejemplos exitosos como los de BAC Credomatic, Dos Pinos y Arcelor Mittal, Florida Bebidas, Britt, Dota y Mapache Rent a Car.

Mastroeni indicó que todas las estrategias deben ser monitoreadas constantemente a través de medios de comunicación y la opinión de los consumidores.