Uno de los temas de gran preocupación en las empresas hoy en día, lo es, sin duda, el cómo lograr una mayor productividad de su gente.
Las encuestas de clima y cultura son las herramientas más comunes para determinar el nivel promedio de satisfacción de la gente, las cuales miden su percepción en relación con una serie de factores que, gestionados adecuadamente, permiten contar con un capital humano motivado y comprometido. Sin embargo, la realidad es que son muy pocas las entidades que salen con una nota sobresaliente.
Mejorar en todos sus aspectos un clima organizacional no es tarea fácil, por lo que este artículo lo quiero dedicar a un componente de mucho poder emocional: el ser o sentirse una persona valiosa en su trabajo. De acuerdo con mi padre, el Dr. José Leñero G. (q.d.D.g.), esta es la mayor fuente de motivación de una persona.
¡Cómo cuesta encontrar líderes que realmente sepan cómo hacer sentirse valiosas a las personas que le colaboran! Muchas veces los egos, la poca empatía y/o la ausencia de medición, impiden reconocer el verdadero valor que las personas están aportando. Cuesta entender cómo un jefe, que sabe que su calificación personal depende del desempeño de sus colaboradores, no logre transmitirles su complacencia cuando salen bien las cosas.
Si no siente orgullo por su gente, es el momento de actuar. Se deben entender rápidamente las razones del desencanto y hay que tomar decisiones. Dejar las cosas para después o no enfrentarlas por las razones que sean, solo empeorarán el clima. No se pierda la extraordinaria oportunidad de motivar a sus colaboradores con el mismo trabajo que están haciendo, manifestando abiertamente lo importante que es para usted el buen desempeño y reconociendo sus éxitos. Así comenzará a ver, como por arte de magia, cada vez mejores resultados.