CristinaCubero
Hasta el baile puede darnos lecciones de liderazgo, de organización y de trabajo en equipo, que se pueden aplicar a lo interno de las empresas.
En estos meses, he tenido la oportunidad de iniciar un proceso de aprendizaje partiendo del nivel cero, compartiendo con colegas intermedios, avanzados y con un líder instructor. El proyecto es intenso: clases de zumba.
Puede parecer un tema arriesgado pero, hablando en términos de negocio, ¿no se trata de ser atrevidos?
Conforme los meses avanzan y mi condición física mejora, puedo determinar algunos elementos que sin duda me ayudan a aprender y sobre todo a no rendirme. Más aún, me han capturado. ¿No desea usted eso para su empresa cuando hablamos de talento?
Sin duda, tener metas claras y un propósito, es la plataforma de todo reto. Con este punto asumido, pude comprobar, en directo, algunas mejores prácticas que conocemos y que se pueden aplicar a las empresas.
• Cuando la coreografía y ritmo se alinean la coordinación fluye mejor: El ritmo indica en la práctica y en momento real cómo y con qué frecuencia hacer cada movimiento. Por esto, es preciso revisar el “ritmo” que usamos para que cada paso de nuestra gente fluya en el día a día.
Revise si un ritmo mal seleccionado confunde y descoordina a su personal, reflexione qué elementos dan la música y el ritmo a la coreografía que llamamos “trabajo”: ¿Es la forma en que estamos organizados? ¿La dinámica de nuestros procesos? ¿Nuestros estilos de liderazgo? ¿Nuestra cultura?
¿Entiende su colaborador la conexión entre el movimiento personal y la coreografía de la empresa? ¿Está colocando usted una música suave y está pidiendo un ritmo acelerado y movimientos rápidos?
Es posible que en algunos casos se debe primero aprender el movimiento y perfeccionarlo para luego aumentar la velocidad. Tómelo en cuenta.
• Ubicarse detrás de “personal de alto desempeño” . A veces es necesario aprender al lado de un colega, le podemos seguir mejor el ritmo y la coordinación cuando pensamos que el instructor va un poco “acelerado”.
Como en toda empresa, cuando hay un líder para muchos colaboradores, no siempre lo podemos “ver” y seguir sus pasos; cuando estamos cerca de un colega es más fácil seguirlo y lograr más rápido el “movimiento”.
Finalmente, esta persona no es “el jefe” pero lo hace muy bien y nos guiará en tiempo real. Las redes definitivamente funcionan. Póngalo en su lista de atención.
• El instructor debe moverse y no solo enseñar desde el frente de la clase . Aunque tengamos colegas y nos guíen, siempre es bueno escuchar el “bien” de la instructora o recibir una guía directa de cómo mejorar el paso. Muévase dentro de la pista y motive a su equipo.
El escuchar al final de la clase una expresión como “¡muy buen avance!”, definitivamente nos llena de energía. ¿Lo hacemos nosotros en la empresa? ¿Brinda usted algún tipo de retroalimentación a sus colaboradores? ¿Cada cuánto?
Recuerde que la hora de clase diaria no será suficiente para lograr su propósito. El llevar el ritmo en la empresa es un esfuerzo constante y permanente.
Anímese y ponga buen ritmo en su empresa, le aseguro que el movimiento será natural y perfecto cuando tenga la música correcta.