Talento: un tema de la directiva

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La capacidad de atraer, desarrollar y retener el talento, en particular a nivel de liderazgo, se ha convertido en un factor vital en todas las inversiones de capital, estrategias de negocios y en el crecimiento de las organizaciones. Eso ha hecho que sea un tema muy importante, ya no solo en las directivas de empresas multinacionales, sino en aquellas presididas por un propietario.

Las directivas deben tomar en cuenta, en forma proactiva y regular, varios riesgos relacionados con el talento que se resumen en un reciente estudio de Deloitte entre los que están:

Riesgos de reputación: errores financieros, falta a la ética, problemas legales o hasta el mal desempeño de los ejecutivos pueden tener un impacto en los ingresos, utilidades y valor de mercado de la empresa, especialmente cuando las consecuencias trascienden a los medios de comunicación.

Gestión de crisis: riesgos tales como cambios en las tendencias de mercado, la salida repentina de talento vital para la empresa, la caza de equipos completos de recursos humanos por fuentes externas e incidentes de salud y seguridad.

Riesgos empresariales y regulatorios: Cerciorarse de que las estrategias de talento, planes de compensación e incentivos se encuentren acorde con una cultura que busque alcanzar metas empresariales dentro de las restricciones regulatorias.

En la actualidad las empresas enfrentan un rango cada vez mayor de riesgos relacionados con el talento que pueden minar el desempeño. Esto incluye aspectos que van desde la seguridad, la propiedad intelectual, fraudes de empleados y riesgos financieros hasta los riesgos de incompetencia, mal juicio y falta de lealtad. La mejora en la supervisión de los riesgos asociados al talento comienza con su compresión y el enfoque que la administración aplique para abordarlos.