Tecnologías energéticas

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Sin lugar a dudas una de las grandes transformaciones que debe sufrir el mundo entero en los próximos años, son las fuentes y usos de la energía. La inversión en investigación sobre todo en los países desarrollados alcanza cifras históricas y no muy lejos se encuentran las inversiones en las economías emergentes.

La carrera por desarrollar los automóviles eléctricos, por ejemplo, mantiene en vilo a muchos países, no solo por lograr su independencia del petróleo, sino también para reducir una de las más importantes fuentes de contaminación.

Es claro que mientras el crudo alcance o supere el umbral de los $100 por barril, muchas de las tecnologías alternativas pasan a la categoría de “factibles”, por lo que, en las circunstancias de hoy, tienen buenas probabilidades de convertirse en opciones reales en el mercado a corto plazo.

De acuerdo con el interesante artículo de McKinsey Quarterly de enero pasado denominado “Five technologies to watch”, hay cinco grandes tendencias que no podemos dejar de observar, las cuales están relacionadas con 1) el almacenamiento a gran escala de la energía, 2) con la conversión de la energía digital, 3) el aire acondicionado sin compresores y las ventanas electrocrómicas, 4) el carbón limpio y 5) los biocombustibles y electrocombustibles.

Los empresarios costarricenses no deben mantenerse alejados de estas nuevas corrientes, pues todas ellas pueden tener impactos significativos en los costos de los bienes y servicios que producen. Por lo tanto, se deben crear estrategias claras que permitan determinar el momento propicio para realizar cambios tecnológicos que, de no hacerlos oportunamente, nos pueden dejar rápidamente fuera de competencia. Esto nos lleva a pensar que desarrollar sistemas de gestión de la energía en las organizaciones puede ser una decisión inteligente por el lado que se le mire.