William Eggers y Paul Mcmillan, de Deloitte, plantean en su libro The Solution Revolution una innovadora tesis: los presupuestos de los gobiernos ya no determinan el alcance para resolver problemas sociales. Estamos pasando de un modelo de hegemonía de los gobiernos a otro donde el Gobierno es un jugador más.
Problemas como la construcción de viviendas de bajo costo, la educación para los más necesitados y problemas de salud, abren mercados en los que empresas, emprendedores sociales, ONG y multinacionales compiten, se organizan y colaboran para resolverlos. Los actores desarrollan un mercado para la solución. La “Solution Economy” se alimenta de seis características:
1. Ecosistemas de soluciones: Todos los elementos se alimentan de múltiples aportes que conjuntamente atienden la totalidad de los aspectos de un desafío específico.
2. Hacedores de olas: Quienes desarrollan nuevas soluciones y resuelven problemas. (inversores, innovadores).
3. Intercambio de valores públicos: Vinculan a las personas y las instituciones para producir conjuntamente un beneficio social.
4. Nuevas tecnologías: Permiten nuevos modelos de negocios.
5. Divisas de impacto: Proporcionan nuevas fuentes de valores.
6.- Modelos de negocios que rompen con los trade-offs tradicionales y brindan innovaciones radicales en la entrega de beneficios públicos.