Use media hora para la comida

Así mejorará su digestión y nutrición

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Los malos hábitos alimentarios adquiridos en la infancia, acompañados de los apuros de la jornada laboral, hacen que muchas personas presionen el acelerador mientras se alimentan.

Lo importante es saber que el mecanismo de saciedad tarda de 20 a 25 minutos. Por eso, una comida debe durar por lo menos 30 minutos. Además, es conveniente esperar un poco entre la sopa, el segundo plato y el postre.

La gastroenteróloga Silvia Muñoz señala que comer muy rápido constituye un riesgo grave para la salud, principalmente para el aparato digestivo, ya que no se asimilan adecuadamente los alimentos y todos sus nutrientes, y esto produce un desgaste del estómago.

Muñoz señala que masticar bien los alimentos es el primer paso de una buena digestión. Nuestra boca posee una serie de glándulas que secretan saliva, sustancia necesaria que ayuda a nuestro estómago a digerir los alimentos.

Estar muy apurado al comer puede ir acompañado de ansiedad, que hace masticar más rápido y que se abra más la boca al ingerir cada bocado. En este acto ingresa mucho aire, lo que causará gases, hinchazón y dolores estomacales.

La nutricionista Mariana Gómez añade que masticar mal los alimentos hará que las digestiones sean más lentas y pesadas. Este proceso termina por ralentizar el metabolismo.

La especialista señala que comer demasiado rápido también puede provocar que se coma en exceso. Engullir los alimentos limita la liberación en el intestino de las hormonas que desencadenan en la sensación de saciedad y llenura. El mecanismo de sentir saciedad es complejo e implica aspectos neurofisiológicos y hormonales, entre otros, que están regulados por el centro de la saciedad, el cual se encuentra en el hipotálamo.

Pise el freno

El gastroenterólogo Pedro Cevallos señala que las causas de comer rápido pueden ser muchas. El especialista añade que la tendencia es reemplazar el almuerzo por un emparedado con gaseosa o comida rápida, que incluso se consumen en el lugar de trabajo.

El apuro de los comensales por servirse los alimentos ha dado paso a que algunas cadenas de alimentos ambienten sus restaurantes para que los clientes coman de pie.

Los especialistas aconsejan tomar las medidas necesarias para evitar la ingesta rápida de alimentos. Quizá sea necesario llevar su propia comida en un recipiente para ahorrar el tiempo de ir al restaurante y así no consumir su hora de almuerzo en los minutos que tardan los meseros en servirla.

La solución al problema está en organizar el tiempo y llevar un estilo de vida saludable, acompañado de ejercicio físico.

“La utilización adecuada de los dientes es esencial. Debemos ser conscientes de que tenemos los dientes, las mandíbulas y la lengua para algo. No sirve de nada apresurarnos comiendo, ya que eso generará una digestión pesada que además provocará adormecimiento, somnolencia y por ende el rendimiento físico no será el adecuado”, asegura el médico Pablo Salazar.

Además, la nutricionista Alejandra López asegura que “las personas que comen en compañía de gente tienden a una alimentación de mejor calidad. Es importante dedicar más tiempo a las comidas y compartirla con amigos o con familiares”.