Versos llenos con emoción patria

El Himno al 15 de setiembre cumple 130 años; es de las canciones nacionales de enseñanza obligatoria

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Creado para entonarse una vez al año, pero con algunos de los versos más conocidos de la música nacionalista costarricense, este 2013 cumple 130 años el Himno al 15 de setiembre.

De acuerdo con la historiadora, intérprete y experta en música, María Clara Vargas Cullel, esta obra con notas de Juan Fernández Ferraz y letra de José Campabadal, se estrenó en 1883, en una época durante la que se decidió fomentar este tipo de canciones, pues todas, incluido el Himno Nacional, recibían poco uso.

“En Costa Rica los himnos patrióticos surgieron a partir de la década de 1880, como parte de estrategias políticas para expresar, desarrollar y transmitir sentimientos nacionalistas”, explica.

Para recordar

Según María Clara, los himnos están concebidos para ser recordados: son canciones cortas, con melodías fáciles de recordar y por lo general acompañados por piano. La idea es que se puedan memorizar con facilidad, porque “han sido utilizados para despertar una emoción común y un sentido de participación conjunta en un ritual o evento de significación vital para el grupo como conjunto”, asegura la experta.

Los cinco personajes que respondieron a las consulta de EF sobre este tema, recuerdan su época escolar y colegial como la que más veces les demandó interpretar este himno, aunque lo han cantado también de adultos, algunos en actividades de gobierno y otros en actos cívicos, pero ahora protagonizados por hijos y familiares.

Para Anabel González, ministra de Comercio Exterior, los recuerdos fluyen con menos esfuerzo. “Mi abuelo siempre recordaba que fue su abuelo quien lo compuso (José Campabadal, quien sería mi tatarabuelo). Así, cuando en la escuela me asignaban llevar la bandera en las actividades del 15 de setiembre, me imaginaba a mi tatarabuelo tocando el órgano. Al llegar a la casa pasaba gran rato practicando yo misma tocar el himno en el órgano”, recuerda.

Javier Cascante, superintendente general de entidades financieras, dice que su línea favorita es “sepamos ser libres no siervos menguados”, pues la considera reflejo de “lo que los costarricenses más apreciamos, nuestra libertad, pero bien entendida, es decir, respetando los derechos y las opiniones de los demás”.

El presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Juan Ramón Rivera, comparte la estrofa preferida de Cascante. Su razón es “porque la libertad es la base fundamental de la democracia costarricense y de nuestra idiosincrasia”.

Isabel Vargas, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo, resalta la cuarta estrofa como su favorita. “Esta estrofa describe cómo desearía que fuese la actitud de la sociedad costarricense. Es una actitud trabajadora, honesta, que implica ser muy esforzada, que deja de lado a aquellos que prefieren ser ruines esbirros”, reflexiona Vargas.

Además, Isabel recuerda a los compañeros de primaria, aventajados en picardía, que modificaban la primera estrofa para que la rima invitara a otras cosas, más allá de levantar la frente.

Orlando Soto, gerente general de grupo financiero Acobo, prefiere la sétima estrofa. “La tenacidad y perseverancia son principios base en cualquier objetivo de la vida”, asegura. Según Soto, esa frente altanera ha defendido la libertad, los derechos y la paz.

María Clara Vargas dice que cada vez menos gente conoce este himno, sin embargo, su mensaje nacionalista sí parece grabado en la mayoría. ¿Usted qué opina?

¿Se lo sabe?

Los hijos del pueblo levanten la frenteal sol refulgente de la libertad.

Sepamos ser libres, no siervos menguados, derechos sagrados la Patria nos da.

Sí, cantemos el himno sonoro a la Patria, al derecho y al bien, y del pueblo los hijos en coro de la ley juren ser el sostén.

Nuestro brazo nervudo y pujante contra el déspota e inicuo opresor a los ruines esbirros espante que prefieren el ocio al honor.

Las cadenas rompió del pasado las que fueran pacifica grey y los libres su vida han sellado con su sangre por Patria y por Ley.

Sólo es hombre el que tiene derechos, no el que vive en la torpe abyección, y baluarte serán nuestros pechos contra el yugo de inicua opresión.

Nuestra raza la frente altanera nunca incline la empresa tenaz: de la Patria la noble bandera no dejemos plegarse jamás.

Suelta al viento flamee ondulante cual celaje de espléndido tul, tumba sea del bravo soldado el pendón blanco, rojo y azul.

Letra Juan Fernández Ferraz.

Música José Campabadal.