A la altura de las circunstancias

El mecanismo de salida ante la crisis es el trabajo común, la capacidad de anticipación y de concertación para avanzar en una sola dirección, sin dejar a nadie atrás

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Llevo conmigo una reflexión que leí de Machado: “Es más difícil estar a la altura de las circunstancias que au dessus de la mêlée”. Parafraseando a su “Juan de Mairena”, podemos indicar que estar fuera del conflicto, es más sencillo, pero estar en él -au dedans- y hacer lo que se tiene que hacer, es lo que es realmente complejo.

El mundo lucha una guerra por el coronavirus y sus efectos en la economía, la política y la sociedad. Quienes están ganando son aquellos países que con valentía y sin negación están enfrentando la batalla, tomando decisiones acertadas, en medio de ella. Costa Rica es un buen ejemplo.

Poder Ejecutivo. Debemos empezar reconociendo el acierto del Presidente por haber designado en la jerarquía del sector salud y de seguridad públicas a personas competentes y preparadas, con amplio conocimiento y experiencia de su sector. Me ha tocado estar cerca de algunos procesos de conformación de gabinetes en nuestro país y puedo dar fe de la alta complejidad que implica y la presión que tiene que soportar la persona que da la última palabra. La preparación y experiencia de las autoridades en las áreas indicadas ha sido un elemento fundamental en la buena atención de la crisis. De ahí mi reconocimiento a don Carlos.

Pero más allá de la formación del equipo, el Gobierno también ha evitado caer en extremismos y con claridad ha indicado que se debe restringir lo menos posible la actividad económica, tomando el consejo del sector empresarial y de otros actores de interés relevantes de la sociedad. En síntesis, el manejo ha sido prudente, con errores, que siempre acompañarán la acción humana, pero que palidecen ante aciertos que hemos observado en estas semanas. Ahora le corresponde al presidente impulsar otras medidas más complejas para generar mayores balances en los sacrificios de los distintos sectores. Lo podrá hacer si desea, pues cuenta con credibilidad y un capital político renovado para esa labor.

Poder Legislativo. Por mi trabajo, tengo que seguir de cerca los procesos en la Asamblea Legislativa. No me acuerdo de ninguna legislatura de la República que haya sorprendido tanto a la población de manera positiva como la actual. Las expectativas que muchos tenían sobre su trabajo eran muy limitadas al principio, pues hubo múltiples críticas por la formación académica, la edad de algunas personas, su escasa experiencia política, ideologías en franca oposición, y otros aspectos. Pero su trabajo y capacidad de decisión ha ido disipando las dudas.

Los diputados y diputadas han sido eficientes y hasta reformistas. Sin evitar los temas relevantes, han ido avanzando con firmeza hasta hoy. Ante esta coyuntura, nuevamente han demostrado capacidad, eficiencia y desapego a la política destructiva. En pocas semanas han propuesto y valorado decenas de proyectos, trabajando con ahínco en la creación de legislación oportuna para atender esta difícil coyuntura. Es claro que la normativa no será perfecta y que hay algunas iniciativas ocurrentes, pero en general, una vez más el Poder Ejecutivo y el país está en deuda con este elenco de diputados y diputadas que posiblemente pasará a la historia.

El mismo barco

Sector empresarial. Las empresas con discreción y prudencia han sido relevantes en la atención de la crisis, quizá por eso han recibido poco crédito por sus acciones. En el marco del aumento en el desempleo, el sector privado se ha comprometido a apoyar al Gobierno de la República en busca de soluciones, entre estas, complementar las transferencias que plantea el Poder Ejecutivo por medio de la entrega solidaria de alimentos para llegar a las familias que hayan quedado excluidas de la ayuda social gubernamental. Otras iniciativas han buscado la conservación de los empleos.

Adicionalmente, algunas empresas han propuesto la donación de ventiladores y, por otro lado, la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (AmCham), con colaboración de la Alianza Empresarial para el Desarrollo y Horizonte Positivo lideran un plan de examinaciones proactivas de Covid-19 a través de una campaña de donaciones privadas. Esta última iniciativa busca mejorar la capacidad de respuesta de la Caja Costarricense del Seguro Social en la identificación proactiva de casos mediante una descentralización de las pruebas. De igual manera, se busca dotar a la seguridad social con máquinas para realizar test y kits de prueba adicionales.

Esos esfuerzos se han complementado con aportes concretos en mesas de trabajo de política económica y continuas conversaciones con autoridades para lograr, entre varios fines, que las empresas cuenten con la mayor cantidad de liquidez disponible y evitar al máximo los despidos. El liderazgo de la Uccaep, la Cámara de Industrias de Costa Rica y la Cámara de Comercio ha jugado un rol crucial y responsable. Pero quizás lo más admirable y solidario ha sido el esfuerzo diario de micro, pequeña, medianas y grandes empresas de mantener sus planillas y evitar despidos, en la medida de lo posible.

Sociedad civil. Es importante también reconocer a las personas que habitan este maravilloso país, quienes en su mayoría han acatado las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En el marco de la sociedad civil, no podríamos dejar de mencionar al personal de salud (del sector público y privado), así como otras personas de atención de la crisis, por estar en esa primera línea salvando la vida de las demás personas, incluso arriesgando la suya.

Costa Rica superará esta crisis. Todos los sectores han tomado decisiones importantes y relevantes. Muchos más aciertos que errores. Crear tensiones entre el sector público y el privado o empezar con discusiones políticas anticipadas, no es el camino adecuado.

Toda la ciudadanía debe aportar “algo". Estamos en el mismo barco en medio de la tormenta y sin distinción nos toca remar en unidad para llegar “al otro lado”. El mecanismo de salida es el trabajo común, la capacidad de anticipación y de concertación entre los sectores para avanzar en una sola dirección, sin dejar a nadie atrás.

En esto radica estar “a la altura de las circunstancias” y es lo que demanda con urgencia la atención de esta inédita crisis sanitaria, de nuestro liderazgo nacional. Me parece que lo estamos logrando.