Hoy, en pleno Siglo XXI, donde nos hemos destacado por avances monumentales en materia de tecnología e innovación, todavía nos enfrentamos a un panorama alarmante en donde millones de familias carecen de un recurso básico y fundamental como lo es el agua potable. Según las Naciones Unidas y la organización Global Living, más personas en el mundo tienen acceso a teléfonos móviles que a inodoros y, en Latinoamérica, 1 de cada 4 personas no tienen acceso a agua potable y 7 de cada 10 a saneamiento gestionado de manera segura.
Este contexto conlleva a que alrededor de 300.000 niños menores de cinco años mueran anualmente de diarrea relacionada con la falta de agua potable, saneamiento y mala higiene. A la vez, limita el progreso de las mujeres y niñas en comunidades vulnerables quienes deben invertir más de 200 millones de horas para lograr la recolección de agua potable. Como empresarios, emprendedores, académicos y ciudadanos no podemos aceptar esta realidad.
En ese sentido, desde Kimberly-Clark realizamos una encuesta entre nuestros consumidores que nos permitió entender la percepción frente al acceso a condiciones básicas de higiene y saneamiento. Un 59% de los encuestados afirmó estar consciente de la problemática y evidenció su preocupación frente al tema, mientras que un 39% expresó estar ajeno a la realidad en la que viven millones de personas por falta de accesibilidad a agua potable y saneamiento. Si bien hay un buen porcentaje de individuos conscientes sobre el tema, para lograr un cambio real en nuestra sociedad, debemos sensibilizar al 100% de la población sobre la importancia de contar con agua potable y saneamiento seguro.
Las compañías tienen un rol clave para ayudar a concientizar temáticas como éstas. Por eso, lanzamos la campaña: ¿Dónde está el baño? con el fin de aumentar la visibilidad de la realidad en la que viven cerca de 89 millones de personas en América Latina. Desde Kimberly-Clark, llevamos a cabo un experimento social en el cual distintas personas en búsqueda de un apartamento visitaban un espacio totalmente remodelado y amueblado pero que carecía de un baño. La reacción de los visitantes es capturada en cámara, y a medida que se dan cuenta de la ausencia del baño, se genera una reflexión sobre la difícil realidad que enfrentan millones de Latinoamericanos.
Estamos convencidos de que las compañías tenemos la responsabilidad de tomar las medidas necesarias para contribuir y resolver problemas a los que diariamente se enfrentan miles de familias en la región. Debemos promover la implementación de políticas que potencialicen la capacidad que tenemos como sector privado de apalancar un cambio y progreso sostenible en las comunidades que más lo necesitan.
En Kimberly-Clark contamos con más de 150 años enfocados en promover un mejor cuidado para un mundo mejor y, a través de nuestra iniciativa, “Baños Cambian Vidas”, hemos logrado hacer del saneamiento una prioridad para el desarrollo sostenible de la región. En alianza con las ONG Water for People y Plan International hemos logrado impactar a cerca de 5 millones de personas y esperamos este 2023 mejorar la calidad de vida de 1 millón de personas adicionales en Latinoamérica. Sin embargo, somos conscientes de que, para cumplir y sobrepasar nuestras metas, requerimos del apoyo de todos los ciudadanos. Hoy, los invito a reflexionar sobre esta problemática y recordarles que un baño seguro, puede cambiar la vida de millones de personas.
El autor es presidente Latinoamérica Kimberly- Clark.