Así funcionan las expectativas racionales y riesgo inflacionario

Analistas indican que en el corto plazo el principal determinante de la tasa de interés, requerida por los inversionistas de instrumentos de deuda, es la inflación esperada

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Cuando se invierte en instrumentos de deuda, tales como certificados de inversión o bonos, se espera al final del plazo pactado obtener una rentabilidad, expresada de forma básica en la tasa de interés. La rentabilidad es el premio por el sacrifico de dejar de utilizar esos recursos monetarios hoy para usarlos en el futuro, o lo que la teoría del consumidor denomina consumo presente por consumo futuro.

Al igual que en cualquier otra inversión existe el riesgo de que no se materialice esta rentabilidad, en incluso de obtener pérdidas. Los inversionistas de forma muy común se preocupan del riesgo de impago del emisor del instrumento de deuda (riesgo crédito) y por esto se aprecian diferencias en las tasas de interés que pagan los gobiernos o corporaciones. Entre más sólido financieramente (fundamentales) es un país o empresa menor es el riesgo de no pago y por lo tanto menor la rentabilidad exigida por los inversionistas.

Es conocido que existen otros riesgos, como podría ser el riesgo de transformar la inversión en recursos monetarios líquidos (riesgo liquidez), esto depende de si es fácil vender el activo o instrumento financiero antes de su vencimiento. Elementos como la preferencia o demanda por ese activo, la bursatilidad y profundidad del mercado de títulos valores impactan este riesgo.

También se podrían listar otros riesgos como variaciones en el tipo de cambio, lo que le resta o suma rentabilidad a los recursos obtenidos al vencimiento, dependiendo de la moneda en que esté expresada la inversión. Este riesgo ha cobrado vigencia en la actualidad por la aceleración en la tendencia de aumento en el tipo cambio, riesgo que forma parte de los denominados sistémicos, por afectar a todos los emisores dentro de una economía o región.

Dentro de los riesgos sistémicos también se incluye el inflacionario. La inflación representa la pérdida de poder adquisitivo de un determinado monto de dinero durante un período de tiempo. Muchos inversionistas en el corto plazo, podría valorar los demás riesgos como poco probables e irrelevantes, lo anterior hace a la inflación como el riesgo básico a cubrir por la tasa de interés. Si la rentabilidad dada por la tasa de interés en un año es 5% y la inflación fue 3%, se podría afirmar que la pérdida de poder adquisitivo redujo la rentabilidad a 2 puntos porcentuales. Por esto, analistas indican que en el corto plazo el principal determinante de la tasa de interés, requerida por los inversionistas de instrumentos de deuda, es la inflación esperada.

“Muchos inversionistas en el corto plazo, podría valorar los demás riesgos como poco probables e irrelevantes, lo anterior hace a la inflación como el riesgo básico a cubrir por la tasa de interés”.

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Esto nos permite entender que incluso cuando algunos países o corporaciones mejoran su imagen y condiciones financieras, pero la inflación incrementa, los inversionistas siempre demandarán una tasa de interés o rentabilidad más alta, esperando que la tasa de interés cubra al menos la inflación. Este tipo de posiciones se observan históricamente en las subastas de bonos o en la demanda por certificados de inversión bancarios, especialmente cuando el cambio en la inflación es sostenido. Los estudios económicos consideran que los inversionistas y agentes económicos en general, se nutren continuamente de información y la incorporan en sus decisiones o estimaciones, lo que se denomina como expectativas racionales, en las cuales los acontecimientos futuros cobran más relevancia que los simples comportamientos pasados.

En nuestro país durante los últimos 15 meses los niveles de inflación interanual han pasado de menores de 1% a cerca de 9%. Sin embargo, la tasa de política monetaria determinada por el Banco Central ha incrementado 3,25 puntos porcentuales y las demás tasas de interés mantienen relativa estabilidad. La demanda de instrumentos de deuda a tasas de interés más altas dependerá de la formación de las expectativas racionales. Si los inversionistas consideran que la inflación es mayoritariamente importada y originada por una crisis de compleja resolución, que también es impulsada por otra variable con un control limitado, como el tipo de cambio y que los intentos de reducir la inflación mediante incrementos en las tasas de interés no han sido suficientes, como resultado se generaría una expectativa inflacionaria prolongada y su correspondiente impacto en las tasas de interés o rentabilidad requerida por los inversionistas.

El autor es consultor en economía, finanzas y mercado de valores.