Biociencias y desarrollo

Comentario al editorial anterior: “Sigamos adelante”. Edición 1.013

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

El sector de ciencias de la vida se convirtió para Costa Rica en un gran creador de trabajos calificados y divisas, sin duda.

Ahora, se debe pasar de esta manufactura sofisticada a una con investigación y desarrollo (I?+D), más estratégica y estable.

Primero hay que incentivar a las transnacionales establecidas en el país para que inicien o intensifiquen su I?+D.

También es esencial recordar que el sector de dispositivos médicos en Estados Unidos comprende el 21% de las biociencias.

El otro 79% lo abarcan los biofarmacéuticos, investigación en biociencia animal, agrícola y bioensayos, lo cual se desperdicia aquí, pese a las buenas posibilidades para su progreso.

Luego, al atraer bioempresas, es forzoso visualizar que globalmente su tamaño es de pequeño a mediano.

A modo de ejemplo, en Alemania el 87% de estos conglomerados no superan los 50 empleados. Pero operan como núcleo de formación intensiva de mayores consorcios, por su fuerte componente investigativo. De modo que las grandes biocompañías son escasas y difícilmente atraeremos a una “Bio-Intel”. Lo conveniente es conseguir compañías medianas, dedicadas a I?+D en biociencias que utilicen el talento humano tico.

Otro factor crucial es la vinculación de este sector empresarial con el universitario mediante la formulación de proyectos conjuntos, la prestación de servicios especializados, o la elaboración de carreras pertinentes, lo anterior ya se realiza en el TEC. Finalmente, los grupos empresariales y financieros deberían coadyuvar en la generación de I+D por el bien social y económico.