MauricioCastro
He leído comentarios sobre el uso del petróleo y de los biocombustibles y he visto que algunos afirman que se trata de una alternativa o de la otra, excluyentes entre sí. Yo los veo complementarios, pero dentro de unos años...
Costa Rica tiene una superficie cercana a los 5,1 millones de hectáreas. Posiblemente menos, pero nunca más; esto solo para indicar que cuando hagamos números sobre las hectáreas disponibles, tengamos presente que hay un límite máximo.
Costa Rica consume aproximadamente 50.000 barriles de petróleo diarios, 8 millones de litros diarios o 2.900.000.000 al año.
Dice la bibliografía que una hectárea cultivada para producir biocombustible produce cerca de 3.000 litros al año (en condiciones de suelo y clima favorables), lo que significa entonces que para la demanda actual se requieren cerca de un millón de hectáreas.
Basado en datos de FAO, IICA, MAG y otros, el uso del suelo en Costa Rica es más o menos así (ajustado por mí a valores exactos): en agricultura cerca de 427.000 hectáreas; en pastos para ganadería se utilizan cerca de 1,3 millones y, en bosque, 2,7 millones. Entre bosque, agricultura y ganadería, el país tiene entonces 4,4 millones de hectáreas.
Vamos a suponer que en ciudades, pueblos, playas, ríos, lagos, carreteras, montañas no cultivables por sus pendientes, guindos y demás hay cerca de 200.000 hectáreas, por lo que quedan disponibles 500.000, no continuas sino fraccionadas.
Si recordamos que para producir la demanda actual por biocombustible se requieren un millón de hectáreas, hoy por hoy, sin aumento de la demanda que los años y el incremento de la flota vehicular producirán, tenemos un déficit de 500.000 hectáreas.
La pregunta es ¿qué hacer? Y la única respuesta realista es utilizar petróleo, de forma más eficiente e inteligente, pero petróleo al fin.
Proceso gradual
Si durante los 500 años que tenemos de estadísticas hemos podido sembrar solamente 427.000 hectáreas, y el producto histórico más extendido es el café, que en algún momento tuvo cerca de 115.000 hectáreas, y el promedio histórico anual de inserción de nuevos cultivos es de 2.000 hectáreas, ¿qué chip debemos cambiarnos para lograr sembrar cerca de 500.000 hectáreas en nuevos cultivos bioenergéticos en los próximos 20 años (25.000 hectáreas por año)?
La siembra de monocultivos, (llámense coyol, palma, tempate o higuerilla) se las trae, desde el punto de vista ambiental es muy cuestionada (afecta la calidad de los ecosistemas), también desde el punto de vista de la seguridad alimentaria (la tentación de sustituir usos alimentarios por combustibles), y ni se diga desde el punto de vista estrictamente agrícola (¿cuántas de las 500.000 hectáreas están en zonas que son adecuadas para sembrar coyol, tempate, palma o higuerilla?) ¿Tenemos o conoce el productor el paquete tecnológico necesario para cambiar de cultivo o actividad? ¿Tenemos la capacidad o infraestructura suficiente para dar ese paso en tan corto tiempo?
Yo sí creo en el uso de biocombustibles. Creo en procesos graduales para su uso, pero me parece curioso que mucha gente venga de buenas a primeras a plantear que la solución inmediata al petróleo se centra en los biocombustibles.
El proceso debería implicar también el uso de carros y buses con motores más eficientes y que se muevan con gas, hidrógeno o electricidad y, por supuesto, una agresiva política de mejora del transporte público.
Vamos a tener que seguir utilizando petróleo por al menos los próximos 25 años. No refinar no es una opción. Es un mal necesario. Mantener una reserva estratégica de gasolina y diesel es carísimo. Depender de gasolina y diesel es depender de transnacionales; depender de petróleo es depender de países. Es muchísimo más barato almacenar y refinar crudo.
Discutamos, el país lo requiere, pero con los pies en el suelo, y con gente que está metida en producción agrícola, que tienen mejor criterio para determinar la posibilidad de la reconversión agrícola que el país requiere para el uso de biocombustibles.